Vencer en la guerra cognitiva
Los seres inhumanos, es decir la forma corporal del capital como relación social de explotación, necesitan hacernos creer que esa inmoralidad suma que es el pacifismo a ultranza es la única vía para la «democracia» abstracta, hueca, que empero sirve para ocultar la miseria y legitimar la opresión durante un tiempo. Para alargar esa paz del cementerio, el imperialismo está adaptando su doctrina de dominación, el sistema en el que se plasma, la estrategia que exige para aplicarse y las tácticas adecuadas a cada situación. Lo está haciendo también mediante el «nuevo» campo de batalla en la guerra social mundial entre el capital y el trabajo, que denominan «guerra cognitiva».