Venezuela: María Corina se juega el resto
Hasta el momento el liderazgo de la derecha aparece deshilachado. No parece tener capacidad de convocar movilizaciones masivas, ni ha mostrado logros en su objetivo de dividir a las fuerzas armadas. La carta que se desconoce es la que pueda jugar EEUU.
María Corina Machada no ha tenido presencia publica en Venezuela desde hace meses. Se supone que no está en el país. La derecha ganó voluntades en la elección presidencial, apoderándose de la consigna de “El cambio” pero, pasado ese momento, ha ido de frustración en frustración.
Las acciones violentas protagonizadas los días subsiguientes a la elección por sus “comanditos” tuvieron como objetivos locales del PSUV, medios de transportes, escuelas, centros de salud e instalaciones de las Fuerzas Armadas. Sumaron muertos chavistas, pero no prestigio. Al contrario favorecieron al actual presidente que, desde hace años, se viene posicionando con las consignas de la defensa de la Paz y la tranquilidad del pueblo venezolano.,
La situación económica del pueblo venezolano es crítica, pero ha venido mejorando sustancialmente en los últimos dos años. Que una parte importante de lo ingresos que aporta la industria petrolera se vuelque en bonos a la población contribuye a que miles de familias no caigan en la indigencia.
Se está viviendo mejor en Venezuela y a pesar de la incertidumbre de lo que pueda pasar con la llegada de Trump en EEUU, hay una expectativa mayoritaria de que la situación puede mejorar. Se ha detenido la migración hacia otros países y hay algunos retornos. Además, miles de familias venezolanas que se fueron a EEUU ahora están amenazadas por deportaciones masivas.
A diferencia de otros momentos, como fue el golpe de 2002, no se advierte apoyo para una aventura desestabilizadora de sectores importantes de la burguesía local que mantiene negocios en el país. Los capitalistas que decidieron quedarse en Venezuela han ganado mucho dinero con la recuperación económica y han crecido ocupando lugares de los que se fueron. Caracterizan, con razón, que lo que ha ofrecido la oposición política por derecha ha sido solo una sucesión de fracasos.
María Corina Machado, pariente por parte de padre de las familia Zuloaga y Blanco y por parte de madre de los Parisca Perez y Mendoza, es una conspicua representante de la alta burguesía venezolana, con un árbol genealógico que viene de la colonia española. Son los que gobernaron el país, con los breves interregnos del liderazgo de Simón Bolivar y los años del chavismo.
María Corina apostó a voltear primero a Chávez y después a Maduro, a diferencia de otros miembros de la familia, como Lorenzo Mendoza. Este empresario, que es dueño de la principal empresa privada del país, la alimenticia Polar, no solo se quedó en el país, sino que amplió sus negocios a Chile, Perú y Ecuador.
María Corina eligió ser la líder de la ultraderecha venezolana, su partido Vente Venezuela está vinculado al sionismo israelí, a los partidarios de Uribe en Colombia, Bolsonaro en Brasil y Milei en Argentina. El interés de EEUU porque tenga éxito tiene motivaciones geopoliticas y económicas.
María Corina, que durante años participó o apoyó todos los intentos de desalojo del chavismo del gobierno por vía violenta y que el año pasado fue, por primera vez, parte de una iniciativa por la vía electoral, se juega los últimos cartuchos de su credibilidad este 9 de enero. Volverá al juego que mas le gusta: los sabotajes, la acción directa, las 'performances' de pequeños grupos con fuerte apoyo mediático, la guarimba.
El chavismo sigue siendo imbatible en las calles, y lo ocurrido en los días posteriores de la elección presidencial demuestra lo que ha aprendido en el enfrentamiento contra acciones de desestabilización política de bandas organizadas.
Hay una fuerte articulación comunal-policial-militar que aumenta la capacidad de respuestas inmediatas. Parece bastante claro que con pequeños bandas activas no podrán desalojar al gobierno.Y también que las urgencias de María Corina no son las del conjunto de la población venezolana. Habrá que esperar que inventan los gringos y hasta donde se atreven.
tramas.ar