Viaje al centro de la tragedia
A veces tienes que probar el veneno que te muerde, para poder curarte.
(Anorak Emutiaa)
Esto es lo que me encanta del capitalismo, siempre se las ingenia (cuando le fallan otros métodos) para ver la manera de transformar la desgracia en algo beneficioso. En algo meramente anecdótico, producto de la mala suerte terrestre, meros malentendidos económicos o el indomable infaltable sino externo cuántico de energías místicas o metafísicas que surcan el firmamento y ante las cuales, sólo nos queda rezar.
La astucia de los publicistas y asesores de imagen, siguiendo el camino del polémico padre de la manipulación de masas, Edward Bernays, realmente ha sido un trabajo exquisito.
Emerge a la superficie uno de los mineros rescatados. La cámara apunta hacia el presidente. Se sueltan las amarras metálicas de la cápsula y el hombre avanza hacia su esposa y se funde en un abrazo. Es ahí que de la nada aparece uno de los temas Top de la banda musical Enya (el que se usó en la película Gladiador), y por muy duro que uno sea, las notas aquellas jalan las lágrimas indolentes. En esa misma escena, pero con otra cámara, se ve al fondo de la imagen inmortal, nuevamente, al presidente.
De película todo esto, ya deben estar en estado fetal varios guiones de la epopeya minera. Está claro que fue Hollywood quien derrotó a la Urss en el campo ideológico. ¿Hay alguien que se imagine Rusia con flores, veranos calientes, y gente corriendo en la playa?
Otro primer primerísimo plano del presidente rezándole al señor todopoderoso, que, entendemos, no es ninguno que figure en la revista Forbes (creo)
¿Cuántos puntos de aceptación obtuvieron los ministros inmiscuidos en el rescate?
El presidente tiene una sonrisa de Stan Laurel (el flaco) del dúo cómico, Laurel & Hardy. El mandatario pareciera un tanto torpe, un tanto inepto, pero no queda la sensación de estar frente a un tipo arrogante o diabólico, como con otros presidentes. Quizás, se le ha aconsejado, no soltar el enjuague bucal que rocía cuando está en público. Esto entendiendo que los inofensivos publicistas y criaturas afines, aplican métodos de las ciencias sociales, antropológicas, económicas y políticas sobre cómo influir y manipular la conducta de las masas.
La Televisión mueve montañas
Los asesores de comunicaciones de la derecha habrán sido claros. Los sacan, será un hito histórico y siempre se recordará a la derecha como la que “Salva trabajadores” “La que no olvida a sus obreros” desde ahora en adelante, no sólo se les llamará Derecha fascista, golpista y otros epítetos que rimen con lo primero.
Y no es por ser muy intrigante, pero, ¿esto no será como un sentimiento de culpa que cargan los de derecha por más de 30 años? Y aquí de una u otra manera, ¿esto no les habrá servido como causa expiatoria de los calvarios que ellos nos han heredado?
Desde ahora en adelante, la palabra Minero sonará más fuerte en los discursos, se hará carne y estambre en el lenguaje coloquial de chupópteros por décadas. Eso está claro.
Ondea el rojo en el desierto de Atacama. Flamea el rojo valiente y altivo. El rojo de las chaquetas del gobierno. ¿No es astuta la gente linda que a todo le saca un provecho y lo que no puede vencer, simplemente lo asimila? El día de mañana, no nos extrañemos ver a uno de los ministros con una remera del Che como atuendo.
Una verdadera epopeya. Porque el rescatar mineros atrapados, no genera ganancias.
No genera ganancias en lo inmediato. Pero, profundizar en ello, sería restarle mérito a lo que el gobierno de derecha ha realizado. Sí, contra todos los dogmas y axiomas zurdos y crónicamente críticos. La Derecha los enterró, pero la misma derecha los rescató.
Hay que hacer hincapié y solidarizarse con la gente de la concertación porque han sufrido igual que los mineros, al ver que no pueden figurar de ninguna manera, en ninguna parte.
¿Cómo hubiesen actuado otros grupos ante esta situación?
Con la Concertación, lo más probable es que ya estarían muertos o en el mejor de los casos, estarían listos para salir en el mes de octubre, pero del año 2012, producto de problemas burocráticos, desmentidos, hurtos, ausencias, desfalcos, malos entendidos, descoordinaciones, disputas de cámaras, etcéteras...
La izquierda, Marx vaya a saber, quizás, con la tendencia al martirologio que muchos tenemos en su interior, un grupo (escindido) de alguna fuerza central (no del comité central por supuesto) se hubiese metido a la mina bastante rápido, contradiciendo cualquier análisis geopolítico táctico del momento, aún a costa de arriesgar sus propias vidas, para, acto seguido, sacarlos a las tres semanas de enterrados los mineros, y en el peor-mejor de los casos, fallecer en el intento y pasar a engrosar el ejército de mártires, merecedores de vítores, velatones y velorios de santos.
En 50 años más el noticiario dirá, “El día de ayer falleció el último de los mineros rescatados en la mina san José en el año 2010”
Apuntes
Los medios de comunicación desaparecieron a los Sindicatos o a algunos de sus representantes.
Los medios de comunicación utilizaron como técnica de control de masas el saturar de información los cuatro rincones hexagonales del territorio. Difundir y difundir incontablemente datos anodinos desde distintos ángulos, pero ningún análisis profundo de las causas de la tragedia. “Lo más importante en ese tipo de informaciones es lo menos importante”
Queda pendiente el tema de los subcontratos, es decir, cuando los patrones no se hacen cargo de sus trabajadores, y estos son meros zombis o marionetas de otros patrones enanos.
Abrazar a los pobres lingüísticamente al calor de un discurso, es una cosa, abrazar pobres en medio del calor ambiental, uno tras uno, eso es otra cosa.
Post-Producción
¿Quién se agenciará tener a los 33 mineros en sus estudios centrales, en su programa estrella? La sola idea suena realmente jugosa, especialmente pensando en los patrocinadores.
Lo malo es que no hubo intrigas, derrumbes, temblores, pelas por la comida, el agua. Golpes intentando asirse al pasamano de la libertad. ¿El dolor galvaniza ciertos lazos, cauteriza ciertas heridas abiertas durante el día tal vez?
Una mina de oro para la televisión y los medios de comunicación. Un Reality de verdad, del cual, supongo vendrán realitiys similares copia de lo ocurrido. Portadas, canciones, poemas, libros, animadores insípidos entrevistando a los sobrevivientes. Se ha abierto una veta casi inagotable.
Palabras al cierre
Así como no hay muertos malos o pérfidos, algo similar ocurre con las mujeres que están a punto de dar a luz. Son todas lindas y lindos sus críos, por muy esto o lo otro que sean.
Chile se convirtió en una aldea con pantalla panorámica para ver un parto en HD.
Se unificó a la gente a través de la tragedia. El Nacimiento estaba apunto de ver la luz. Las mujeres blanden su lado maternal-matriarcal por un lado y se abrazan al acto simbólico. El padre, jefe de la aldea, o presidente, observa expectante como los brujos encumbran un estuche metálico venido del reino de las napas. Todo el poder recae sobre sus manos entrelazadas.
Entraron como simples bichos de ébano, como un puñado de espermatozoides sombreados. Hibernaron a la fuerza en el útero terráqueo, y ahora salen uno a uno, convertidos en mariposas doradas.
El Himno de la aldea se escucha acompañando del sonido del martillo hidráulico sobre el tambor. “Dulce patria, recibe los…” himno nacional que como cinta adhesiva pega y encinta el fin del acto.
La iglesia hace sonar campanas aunando la respiración nacional que clama, y las bocinas alejadas del epicentro ladran como el diente prestado de bocas que no alcanzan a expresar su opinión vociferante, pero que se sienten parte de toda esta trama.
¿Qué sienten los mineros, cómo ven todo esto que les ha sucedido? ¿Su tragedia, su rescate? Eso es otra historia.
Más palabras al cierre
A razón de vivir en un país con una de las tasas más altas de desigualdad social en el planeta, sería medianamente aconsejable que los empleados públicos se auto inyectan o consigan algún tipo de virus que los excluya de vivir en la civilización por un rato. Que los trabajadores de la construcción se entierren en algún hoyo inaccesible. Que los empleados bancarios se queden atrapados en alguna bóveda importante. Que los profesores busquen la manera de ir de excursión a algún volcán maniaco-depresivo.
Es decir, tendría que enterrarse bastante gente en el país para que se les preste un poco de atención. Porque aquí, o te entierran vivo las circunstancias o te mueres ayunando de hambre exigiendo justicia
Desierto de Atacama, el más árido en el mundo. Sólo crecen las piedras.
Los cascos blancos son sinónimo de jefes, en la jerga de la construcción, el exclamar “Viene un casco blanco”, significa que viene uno de los dueños de la empresa. Los empleados menores usan cascos de color rojo, amarillo y verde.
Hasta uno que es materialista-dialéctico-reumático, se emociona egoístamente con estas cosas frívolas y superficiales de gente encontrándose, cuando hay tantos y tantos que sufren en el mundo.
Quizás, con un poco de fe y buena voluntad, tal vez, los Capitalistas chilenos se humanicen con esta tragedia y escuchen los rezos de ciertos sectores de izquierda y sigan explotando, pero con elegancia.
Pan y Circo, la mesa está servida.