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Allí estuvimos, más zapatistas que nunca:
Hechos Contra el Decoro
El pasado mes de noviembre los Hechos Contra el Decoro fuimos a México.
Realizamos unos cuantos conciertos con el grupo Maldita Vecindad y participaremos
en el Foro Alicia del EZLN. Durante la primera semana de diciembre, algunos
de los músicos de la banda viajamos hasta la selva Lacandona junto con
el grupo italiano 99Posse y una delegación de la asociación transalpina
Ya Basta, para acompañar públicamente la llegada de una turbina
a La Realidad que serviría para llevar electricidad a dicha comunidad
zapatista. Las fechas de los conciertos fueron:
Jueves 9 nov. Guadalajara
Viernes 1 nov. Morelia
Sabado 11 nov. México DF
Viernes 17 nov. Rock Stock
Lunes 20 nov. Skalaria
Jueves 23 nov. Conferencia de prensa para la presentación del
disco "Los ritmos del espejo".
Viernes 24. nov. Show Fixión y Show San Juan Ixtay
Sabado 25 nov. Foro Alicia
Domingo 26 nov. Zocalo.
Ya llegamos de México
Tres semanas intensas de conocer y conversar con otras gentes y otras realidades que sin embargo hemos sentido cercanas. Tres semanas de convivencia de la banda y de aprender de otros continentes y latitudes. Un tour plagado de sensaciones y experiencias que vivimos como el comienzo de la materialización permanente de la naturaleza nómada de los Hechos... por carreteras, por el aire y por los mares.
Comenzamos en la ciudad de Guadalajara nuestro periplo mexicano que nos llevó más tarde a Morelia, Puebla, Huatulco, Talneplantla, y México D.F. bailando nuestros ritmos con los hermanos de Panteón Rococó, Maldita Vecindad, los argentinos Auténticos Decadentes, los napolitanos 99 Posse y un largo etcétera de compañeros y compañeras de viaje.
Tres semanas y casi parece que no acabamos de llegar con tanto recuerdo y tanto momento guardado en la retina y pululándonos por los bolsillos: de los compas y las compas del Frente Zapatista al chile "picoso" de los almuerzos, desayunos y cenas; de las iguanas del Pacífico a las vibraciones y energías de Teotihuacan; de las conversaciones interminables a los paseos por la Plaza Garibaldi; del Zócalo al Foro Alicia; de la dignidad más preciosa en las montañas chiapanecas y la cotidianidad asediada de los Municipios Autónomos en Rebeldía a las risas y los cansancios con los que nos abrazaba la noche... un mundo, muchos mundos.
Cada concierto en México ha tenido algo especial. Todos siempre tienen algo de especial. Sin embargo hemos vivido dos momentos importantes arriba del escenario en estos días: uno en el Foro Alicia, cuando la gente que abarrotaba la sala ha cantado de memoria las canciones con nosotros y nosotras; otro en la plaza del Zócalo, cuando delante de miles y miles de personas estuvimos bailando por el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés entre el Gobierno Federal mexicano y el EZLN en el Festival "echa una mano a la paz".
El Foro Alicia es un centro social lindísimo de la capital donde se desarrollan todo tipo de actividades culturales y de intervención. Allí también estuvimos presentando el disco Los ritmos del espejo, junto a la CGT y el Frente Zapatista, días antes de nuestro concierto, en el que coincidimos con los compañeros y compañeras italianas de Ya Basta y los Tute Bianche de camino hacia la Selva Lacandona en misión especial de entrega de una turbina eléctrica para La Realidad.
Del concierto de la plaza del Zócalo cabe resaltar la emoción de tocar para tantísima gente e inundar con nuestros ritmos la noche de la enorme capital mexicana. Un festival de la sociedad civil para detener la estrategia gubernamental que sigue violentando la reconciliación y la paz digna en Chiapas con asesinatos, desplazados y desplazadas, torturas, exclusión y constante estado de sitio.
Estuvimos en Chiapas, de observadores internacionales en el Municipio Autónomo en Rebeldía de Polhó junto a los hombres, mujeres y niños del proyecto zapatista, sabiendo de sus desvelos, empapándonos con sus anhelos y compartiendo sus deseos.
Polhó es una comunidad conformada fundamentalmente por desplazados y desplazadas de Acteal, que tras la matanza del año 97 no tuvieron más remedio que escapar de sus tierras de origen. Allí estuvimos ayudando en lo poco que podemos: haciendo de escudos humanos ante un hipotético ataque del Ejército Federal y registrando todo tipo de informaciones sobre los movimientos militares y policiales en la zona. Los días en que permanecimos en Polhó fueron de mucha tensión al coincidir con un operativo militar en la zona.
Conocimos directamente el estado de guerra de baja intensidad que se vive, con fuerte actividad paramilitar de quema de bosques, envenenamiento de aguas y ganado, tortura psicológica y hasta asesinato. También de la fuerza cotidiana para ganarle a la desesperanza y luchar día a día por un vivir que no sea solamente sobrevivir, por construir justicia, dignidad, democracia.
Allí estuvimos y allí nos hemos quedado para siempre, más zapatistas que nunca, con la lección bien aprendida de la responsabilidad que tenemos desde este pedazo de planeta al que algunos llaman primer mundo de no dejarlos solos nunca, de gritar bien alto que existen, de construir puentes y lazos gigantes de solidaridad y apoyo constante.
Seguro que volveremos.
Kolectivo
La Haine
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