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Así fue el Viña Rock 2001

LUGAR: AUDITORIO MUNICIPAL DE VILLAROBLEDO (ALBACETE). FECHA: 4 Y 5 DE MAYO DE 2001.· PÚBLICO: UNAS CUARENTA MIL PERSONAS.· ESTILO: ROCK, HIP HOP, METAL…

Sexta edición marcada por la ausencia de telefonía móvil, unas condiciones climatológicas bastante extrañas que endurecieron la convivencia en el remozado recinto del Viña y muchas incidencias en cuanto a lo musical, con importantes deficiencias de sonido y cancelaciones (La Mala Rodríguez, Sólo Los Solo, Celtas Cortos y Obús) que no consiguieron destruir ese halo de magia que rodea al Viña y que no empañaron el rotundo éxito de congregar a más de cuarenta y dos mil espectadores con un cartel basado en grupos hispanos. Todo un logro que muchos deberían tener en cuenta.

Dentro de la primera jornada, Super Skunk presentaron su nuevo disco, O´Funk´illo triunfaron sustituyendo a los Celtas gracias a su gracioso rock embrutessio, Koma arrasaron con su tralla y el incombustible Rosendo demostró una vez más su clase y maestría en lo que fue su primer concierto de la gira 2001. El día grande, el sábado, fue mucho más dispar. Manolo Kabezabolo, Narco, Sôber o Marea supieron ir calentando al personal para la dura jornada que se avecinaba. La joven formación gaditana Warning congregaba a los primeros headbangers en el escenario de La Oreja Metálica, metiendo en materia al personal para la llegada de los madrileños Dark Moor, quienes trajeron consigo un remarcable ambiente a la carpa y una comunión de almas más propia de final de jornada que de banda de estreno, con un público enamorado del tesauro Helloween.

Tras la comida, algo imprescindible si se quería aguantar el festival, decepción con Barricada a la vez que los problemas de sonido se agudizaban por momentos. Saratoga ofrecieron un repertorio arriesgado, dejándose premeditadamente algunos de sus hits en el tintero, para jactarse de su innegable técnica y de un directo visualmente salvaje, que les hace ganar mucho respecto a sus trabajos de estudio. Mas tarde Hamlet asaltaron con su alta profesionalidad consiguiendo que el publico desparramara a tope con su "Irracional". Lo mismo que Hechos Contra El Decoro, triunfadores a base de raggamufin´ que caló hondo entre el público. Rata Blanca vieron la roja tierra manchega entre los numerosos claros que dejó la audiencia durante su interpretación, desafortunada ante un respetable que conocía poco a los argentinos y que osó perderse una exhibición de hard rock de ley, enriquecida por Walter Giardino, guitar hero de raza, demasiado exquisito para una fiesta con mucho de verbena.

Un año más, la apisonadora sónica que consigue Soziedad Alkoholika cautivó también al publico del escenario Matarile, con una actuación mucho más fresca que en ediciones anteriores gracias a los nuevos temas. Tonino Carotone descargó su peculiar canción protesta a la italiana y Reincidentes triunfaron con un bonito homenaje a Joey Ramone, de la mano de un extenso medley preparado para la ocasión. Avalanch tocaron en penosas circunstancias, pero lo hicieron, con un equipo de sonido roto, un público exasperado por la dilatada demora y la tardanza en la falta de explicaciones por parte de la organización sobre el estado de los acontecimientos. Con ello y con todo, salvaron en la medida de lo posible el expediente.

Albert Pla, acompañado de un increíble guitarrista, volvió a sembrar la humildad y corrosividad que le caracterizan, para dar paso a uno de los momentos claves del festival. Platero y Tú devastaron con "ABC", "Alucinante" o "El roce de tu cuerpo" a pesar de que el sonido no se lo puso nada fácil. Pero el rock´n´roll de los burritos bilbotarras pudo con todo y encandiló a propios y extraños. Aunque se especuló que Ñu no tocarían ante el desastre técnico que padecieron Avalanch, José Carlos Molina saltó a escena tomándoselo con deportividad, frivolizando y haciendo los alegatos más coherentes de los últimos años.

En lo musical, otro concierto accidentado aunque con ganas de hacerlo bien, no como Obús, quienes optaron por dejar plantados a sus seguidores. Se marcharon por la puerta de atrás, con el caché cobrado y un borrón imperdonable en su aclamado retorno. Los encargados de cerrar el escenario Sol Música fueron otros veteranos, Los Enemigos, que por fin están abandonando su lado maldito para recibir el reconocimiento que merecían desde hace años. Josele y sus chicos volvieron a mostrar su profesionalidad y buen hacer y se lo llevaron de calle dejándonos listos para contemplar el show de Mago de Oz, repleto de fuegos de artificio, ritmos celtas y mucha gente saltando y bailando al ritmo de la música en un concierto entretenido que repasó su repertorio y destapó de nuevo todas sus carencias. En resumen, bastantes horas de rock, diversión, cerveza y, sobre todo, mucha fiesta, razón por la que SKA-P se encargó de clausurarlo a eso de las siete de la mañana, al ritmo de su particular mezcolanza autóctona de estilos, sonidos y disfraces.

Iván Ortega y Daniel Rabadán - MondoSonoro

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