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Asian Dub Foundation: Crónica de una diáspora
x Amy Otchet, periodista del Correo de la UNESCO
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La opresión, el contexto de lucha que ésta
genera, me ha forzado a
ser un guerrero, un luchador.
En otras circunstancias sería escultor, jardinero, carpintero.
Sería libre para llegar a ser mucho más...
(Committed to Life, de Asian Dub Foundation)
Pandit G, de la Asian Dub Foundation (ADF), uno de los grupos más
progresistas del Reino Unido, señala las contradicciones inherentes
a la actual pasión que siente Europa por lo asiático.
La industria global de la música se hace de oro mezclando varios
tipos de música, a menudo tradicionales, con tendencias modernas
como el hip-hop o el tecno, en lo que podría considerarse un ejemplo
más de explotación capitalista -extracción, envasado
y venta de materias primas a los "indígenas".
Siempre se han mezclado músicas de distintos lugares dándoles
un estilo propio. Por ejemplo, el bhangra (que hoy día muchos artistas
incorporan a su música) es en realidad una expresión del
folclore punjabí creado en el Reino Unido. La mayoría de
los primeros emigrantes procedentes del subcontinente indio fueron al
Reino Unido a trabajar en la industria textil hacia finales de los años
cincuenta. Muchos procedían del Punjab, un territorio entre la
India y Pakistán. Sus hijos escucharon música tradicional
punjabí mezclada con la música occidental entonces de moda,
el rock. Es decir, una mezcla de guitarras eléctricas, baterías
e instrumentos tradicionales. Las pequeñas bandas modernas fueron
sustituyendo a las grandes orquestas tradicionales.
Siempre hay quien esté dispuesto a explotar lo étnico o
lo exótico. En el Reino Unido, ¿por qué músicos
como los Kula Shaker (grupo de rock neo hippy) se van hasta la India para
encontrar inspiración? ¿Por qué no van a sitios como
Southall (un barrio asiático de Londres) al lado de su casa?
¿Qué piensa del llamado Asian kool, el éxito
actual de la música y la moda asiáticas? ¿Acentúa
los estereotipos?
Este concepto podría aplicarse igualmente a lo caribeño
o lo afroamericano. La gente que impulsa estas modas sabe que entre los
jóvenes no existe un concepto occidental de lo cool. El toque de
exotismo ayuda a vender la idea, pero en unos años caerá
en el olvido.
En el Reino Unido, mucha gente va por la calle con un bindi en la frente
(punto que se colocan las mujeres indias entre las cejas) y piensa tal
vez que está realizando así un acto antirracista. Pero esa
misma gente no se dignará hablar con los asiáticos de la
tienda de la esquina. Lo exótico sirve de excusa para convencerse
de que "a los indios no les importa ser pobres porque son espirituales".
¿Qué piensa del movimiento New Asian Underground -que
se asocia a menudo con la Asian Dub Foundation?
Es puro marketing. En el Reino Unido se suele pensar que la comunidad
asiática es homogénea. Sin embargo, los músicos que
componen este Asian Underground son musulmanes, hindúes, cristianos,
sijs o budistas y proceden de una zona tres veces mayor que el Reino Unido.
"No somos étnicos, ni exóticos ni eclécticos.
La única 'e' que reivindicamos es la de eléctricos"
dice una canción de ADF.
¿Es agobiante representar a una comunidad étnica?
Sólo nos representamos a nosotros mismos. En álbum, Rafi's
Revenge, decimos: "La cultura siempre está evolucionando.
No hay un punto fijo." Esto va dirigido a la población blanca
que cree que en una época ideal existió una sociedad británica
pura -lo que es totalmente falso, como tampoco hubo una sociedad india
pura.
No aceptaremos ningún encasillamiento. La etiqueta que se nos
suele atribuir es la de grupo político. Algunos periodistas dicen
que, obviando el aspecto político, nuestra música no está
mal. Pero todo es político. Cuando cinco asiáticos se suben
a un escenario, tocan la guitarra y utilizan el sampler realizan un acto
político.
Usted ha dicho que ADF nunca ha sido censurada directamente gracias
a su poderosa plataforma política antirracista.¿Pueden los
medios de comunicación y la industria musical acallar indirectamente
a un grupo?
Es un proceso lento. Primero los media presentan la música radical
como una novedad. Aunque la novedad es que la plataforma política
está alcanzando un mayor público. Pero, al llegar a más
gente, alteras el statu quo, lo cual no vende. Entonces, ¿qué
hace la prensa? Te hace famoso, luego te aísla y finalmente intenta
destruirte.
La compañía discográfica no censura directamente;
un buen día te das cuenta de que tus discos no están disponibles
en las tiendas. No recibes ayuda para organizar giras. Hay muchas maneras
de lograr que un grupo no tenga una gran audiencia.
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