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Elektronikaldia se consolida tanto por el cartel como por el éxito de público
Euskadi.- El Festival Internacional de Música Electrónica
donostiarra ha celebrado el pasado fin de semana su tercera edición con
un rotundo éxito. Gran afluencia de público, tanto en las sesiones
nocturnas como en las actividades de día, acertada organización
y alto nivel en lo musical han sido los referentes de la presente edición
de un festival que lleva una progresión interesante y se ha plantado
por méritos propios entre los grandes festivales a nivel estatal.
El variado cartel ha cubierto un amplio espectro de la música electrónica, acercando a allegados y extraños los estilos menos conocidos del género, erróneamente reducido por el gran público al «bakalao», más instalado por estos lares. Desde el dub o el afrobeat, pasando por el jungle y llegando hasta los límites más experimentales, todo lo relacionado con el triángulo hombre-máquina-música ha tenido cabida en Elektronikaldia 2001.
Las dos sesiones nocturnas programadas en la sala Gazteszena de Egia han contado con una gran afluencia de público lleno el viernes y a reventar el sábado que ha sabido apreciar la calidad de los artistas de renombre europeo que han hecho sonar estilos muy poco habituales por aquí como el jungle. El viernes fue una noche más house, con toques experimentales y aderezos con subestilos como el nu-jazz o el funk. Destacó sobre todo la brillante actuación del germano Markus Nikolai, que desplegó su interesante proyecto de house experimental con voz femenina. Para el sábado la oferta nocturna se inclinó por el dub, el funk downtempo o el jungle. Lo mejor, el jungle compulsivo y elegante del londinense DJ Pascal, encargado de cerrar la sesión nocturna del sábado. En conjunto, mucho nivel en los platos y gran ambiente hasta altas horas de la madrugada.
El mejor acierto de Elektronikaldia y lo que les ha colocado de golpe en primera línea de festivales de este tipo ha sido el salto de las actividades de Gazteszena al Kursaal. Además de las sesiones nocturnas de viernes y sábado, el festival ha incorporado este año un amplio despliegue en el Palacio Kursaal durante el sábado y el domingo. Sala de internet, feria discográfica, mesas redondas, proyección de video-clips y películas y dos salas para conciertos diurnos han sido reclamo suficiente para que miles de personas hayan pasado por el recinto durante el fin de semana. Un éxito en cuanto a la posibilidad de acercar la cultura electrónica a, además de los incondicionales, todo tipo de público interesado en conocer un poco más este interesante mundo sin la necesidad de acudir a una sesión nocturna.
La feria discográfica ha permitido la compra, tanto en formato cd como vinilo, de rarezas y novedades difícilmente accesibles de otra manera,así como asistir a presentaciones de números cero de revistas y otras publicaciones. Las dos salas con actuaciones diurnas en el Kursaal la Experimental y la Donostia han tenido también grandes momentos, como la actuación el sábado de An Der Beat, que transformó una tranquila sala con público sentado en un club de baile con sillas arrinconadas y ambiente de delirio o la del domingo de Mastretta, también vibrante y a rebosar.
Una gran labor de organización remarcable la ausencia de caídas de cartel de última hora y la seriedad con los horarios ha permitido el éxito de público y musical alcanzado en esta III Edición de Elektronikaldia.
Balance muy positivo a todas luces y un futuro prometedor, ya que a partir de ahora el festival donostiarra tiene que mantener el estatus conseguido. cosa muy probable si siguen trabajando con la misma eficacia y seriedad como en esta edición.
Baile diferente
Intérpretes: El Nota, Kigo, Deadbeats; Revolutionary Dub Warriors, Trubelemakers. Comet La<b, Kirk Degiorgio, Dj Pascal. Lugar y fecha: Sala Gasteszena. Egia. Donosetia. 06.10.01
La más importante de las dos maratonianas noches de música electrónica programadas por Elektronikaldia 2001 en su feudo nocturno, la sala Gasteszena de Egia, presentaba un amplio y variado cartel que de entrada ofrecía un recorrido por estilos poco extendidos por estos lares.
Igual no fue el día más cañero, pero era sábado y era música diferente, motivos de sobra para que los dos ambientes dispuestos en el recinto contaran con una constante y elevada presencia de público, mayormente joven. El Nota fue encargado en comenzar la noche en la sala Chill Out, arrancando los primeros y perezosos bailes de la concurrencia. Cuajó una sesión suave que evolucionó muy favorablemente, demostrando buenas maneras a los platos.
Tras él salió a pinchar su hermano Kigo, residente del Etxekalte de Donostia, que terminó de llenar la pequeña sala, de ambiente pero también de calor, ya que en ese momento la sala principal ofrecía pocas posibilidades de baile. El dúo de Nottingham Deadbeats se encargó de cerrar la noche en la sala pequeña. Con su reposado pero intenso funk downtempo fueron los que más ambiente Chill Out dieron a la sala en toda la noche.
En la sala principal, la noche tuvo una evolución muy marcada para pasar de un lentísimo dub inicial a un endiablado jungle final. Los británicos Revolutionary Dub Warriors ofrecieron poco ambiente, poco baile, y mucho dub con mucho bostezo entre el respetable. Sus componentes electrónicos había que buscarlos con lupa, y su larga actuación, aunque aportó el toque de variedad, aburrió a más de uno. Finalmente y tras una larga espera llegó el turno de los marselleses Troublemakers, que desplegaron su estilo impregnado de downtempo y funky.
Ignacio Oscoz
Gara
08.10.01.
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