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Gustavo Cordera (Bersuit): "El 11 de septiembre
los villeros del mundo se hicieron escuchar"
Eugenia Guevara - NO
La Bersuit grabó en Obras su primer disco en vivo, con varios estrenos y una canción surgida de un concurso de letristas. Punto. Una excusa para que el señor de los pijamas piense y diga sobre otras cuestiones: la malaria argentina, Bin Laden, De la Rúa... Leé y enterate.
Gustavo Cordera, el pelado del corpiño defiende y ataca: Contra todos los males de este mundo
Mi sueño es tener tetas, dice Gustavo Cordera. Si
las tuviera podría ampliar mis posibilidades amatorias, tendría
más para tocar y esto no quiere decir que me transformaría en
travesti. Enseguida alguien le informa que su sueño puede hacerse
realidad. Ah, no... Las operaciones me parecen aberrantes. Mi deseo sería
que con sólo hacer así (hace sonar sus dedos en el aire) me crecieran.
Ya se trate de tetas, música, política, economía o guerra,
el Pelado nunca deja que su discurso roce siquiera ese filtro de corrección
que suelen emplear ciertas figuras públicas, del rock inclusive. Dice
que dice lo que piensa y siente, lo que equivaldría a un grado de autenticidad
similar al que asegura también poseen las canciones de la
Bersuit.
La charla sobre sueños y tetas ahí están las fotos
para cumplir el deseo se termina. No porque no resulte cómico escuchar
las razones de una estrella de rock clamando por un poco de feminidad para su
cuerpo o ver a un hombre pelado con chiva y ojos muy abiertos moviendo las manos
a la altura de su pecho como si acariciara el sueño hecho realidad. El
deber llama y Cordera y el tecladista Juan Subirá saben que primero deben
hablar del show que la Bersuit ofrecerá el sábado en Obras. Y
del nuevo disco, que se estará gestando mientras la banda sigue rodando
en vivo. Como de eso se trata, a diferencia de los dos conciertos de junio donde
el centro fueron canciones de Libertinaje e Hijos del Culo, el sábado
será a la inversa. Queremos demostrar qué es Bersuit arriba
de un escenario y qué fue. La prioridad son canciones que queremos mucho
de los tres primeros discos, como Mi caramelo, Los elefantitos
o Nada puedo hacer. Lo que ganamos en interpretación con
el tiempo permite ofrecer nuevas versiones de aquellas canciones, más
acordes a lo que nos está pasando en este momento, explica Cordera.
¿Y qué les está pasando?
Somos una banda con oficio. Tenemos 14 años arriba de un escenario.
Viajamos de una manera que nos permite encontrarnos con la gente, involucrarnos
en todas las historias que podamos vivir en la calle, indagar en las músicas
autóctonas y eso nos da la estatura espiritual necesaria para meternos
en las canciones de una manera más relajada. La Bersuit es una banda
bastante esquizofrénica y fue necesario este trabajo para tener la ductilidad
de entrar y salir de cada canción y retener su alma para que esto no
se vuelva una cosa matemática, profesional y mnemotécnica.
Sin embargo, suele considerarse a Bersuit como una banda exitosa.
¿En verdad se consideran exitosos?
En este país y este contexto no me puedo quejar. Una banda como
la nuestra en otro país estaría mejor económicamente. Cuando
cuento a mi familia y a mis amigos cómo es nuestra realidad, no me creen.
No logro explicar por qué no ganamos el dinero que tendríamos
que ganar con la convocatoria que tenemos y los discos que vendemos. Pero no
hay que olvidarse que, dentro de la corrupción de cada estrato de la
Argentina, nosotros también entramos en este proceso que empieza por
Sadaic, el organismo más corrupto del país y del mundo en el ámbito
musical, la DGI que nos saca el 21 por ciento de la entrada, los grandes multimedios
que se llevan toda la plata por promocionarnos y termina con los gastos de los
servicios del lugar. Entonces, metemos 5000 personas en Obras y los músicos
se llevan 300 pesos cada uno. La otra vez hicimos dos y ganamos 700, después
de dos meses de trabajo. La gente ve que llenás Obras y piensa que volvés
a tu casa con un camión de caudales. Necesito que sepan que yo también
formo parte de ellos aunque sea difícil que me crean.
¿Hay canciones nuevas?
Elegimos tres (Cansado, Vamos a bailar y La
calavera). Progresamos con las letras. Tratamos de evitar las frases hechas
y los lugares comunes. Queremos que las canciones lleguen al sentimiento y noque
sean una combinación de palabras que suene bien. Esto lo evaluamos cuando
nos mostramos las canciones. Y enseguida el cuerpo reconoce lo legítimo
o auténtico.
¿De qué habla Cansado?
Juan Subirá: De la miseria. No sólo económica sino
también espiritual. Mucha gente amiga se fue y hay un montón de
cariño desperdigado por el mundo. Como nosotros viajamos, nos pusimos
en contacto con esta gente y sus sentimientos vuelven en las canciones. Y también
contempla a los que están con ganas de irse.
Es el tema más importante ahora. Hay una generación entera
dejando el país.
¿Es otro tipo de generación perdida?
Sí, es otra generación de desaparecidos. Y son más
que en los 70. También está el tema del exilio, porque la gente
sufre afuera aunque está mejor económicamente. Hay una frase de
Cansado que dice: Por qué llorás Santa María
si tu buen aire nos asfixia, pa colmo lejos yo no respiro bien. Te digo
la verdad, todos se quieren ir de acá. Gran ciudad, corazón, toda
toda tu luz se apagó. Y como es la historia de despiadada y justa:
el argentino afuera es tratado como el boliviano, el paraguayo y la gente del
interior acá. Las cosas no ocurren porque sí, pasa porque hemos
maltratado otra gente. La historia es circular. Todo vuelve. Si se olvida el
genocidio que hubo acá, va a volver a pasar. Nos pasa lo que somos. A
Menem y a De la Rúa los votaron. Emergieron de la voluntad popular.
Entonces, ¿qué podés decir de De la Rúa?
Es el portero de los departamentos. La conciencia de la clase media argentina
de un consorcio. Practica la política vecinal: la señora de al
lado dice que alguien salió con una guitarra, decreto en contra de las
guitarras; la señora denuncia a un travesti en la esquina, decreto en
contra de los travestis; la señora avisa que hay un ladrón y otro
decreto. No está capacitado para asumir riesgos, no tiene elementos para
ejercer cambios ni corazón para conducir el destino de seres humanos.
Esto habla de lo enferma que está nuestra sociedad y de la quietud y
parálisis de los argentinos que necesitamos como presidente a un marmota.
Valentía, osadía y perfección
¿Qué sintieron el día del atentado a las Torres
Gemelas?
Es un síntoma de la sociedad que vivimos. Los villeros del mundo,
mudos ante un sordo, se hicieron escuchar. Y lo hicieron con valentía,
osadía y perfección. Claro que ver cómo caían esas
torres me produjo sentimientos contradictorios. Por un lado, desesperación
porque allí había seres humanos y, por otro, alegría porque
era en los Estados Unidos, el lugar más paranoico, la policía
del mundo, los asesinos de muchas culturas. Esta vez se metieron con gente que
tiene unos huevos así (sus manos bajan cerca de su cintura) y que es
milenaria. Un pueblo guerrero que tiene los huevos así (insiste con el
término y el movimiento) al que no van a poder vencer porque ellos utilizan
tecnología y Bin Laden y su gente tienen fe religiosa y odio en su corazón.
¿Esta guerra va a cambiar el mundo?
Estados Unidos va a perder. Ya está perdiendo porque no mata a
un solo talibán. No se atreven. Sólo a gente inocente. No hay
más información de la guerra porque están perdiendo. Si
hay un poco contemplación, Estados Unidos sabrá que va a tener
que cambiar la política exterior, que se terminó esto de hacer
mierda a la gente en el mundo.
Entonces, ¿por qué se condenó lo que dijo Hebe
de Bonafini públicamente?
Justamente por eso, porque lo hizo público. Hicieron una encuesta
y el 80 por ciento de la gente estuvo a favor de Bin Laden. Después vi
a Neustadt en TV, muy enojado y dijo: Si De la Rúa tiene que hacer
caso omiso a esta encuesta, ¿qué? ¿Nos vamos a hacer talibanes?.
Yo lo miré en el televisor y contesté: Y, sí. Estados
Unidos se terminó.
¿La condena argentina al hecho fue hipócrita?
Todo fue una hipocresía generalizada. Nadie se atreve a decir lo
que siente. Es lógico porque murió gente, pero no se olviden de
que muere gente en Irak, en Angola, en Vietnam. Murió gente en Hiroshima
y hay 30.000 desaparecidos auspiciados por la CIA y Estados Unidos, y lo más
loco es que esta guerra está sponsoreada por nosotros y no estoy de acuerdo.
Pagamos las armas para que invadan a Bin Laden. Las vamos a pagar muchos años.
Las deudas externas seguirán creciendo y el hambre del pueblo también.
Subirá: Si se hiciera un plebiscito, habría un no rotundo y quizá
ocurriría lo mismo en Estados Unidos.
No sé. Ellos miraron mucho Ben Cadwright, Rambo y Schwarzenegger.
No tienen una actitud autocrítica. Si no hacen una profunda reflexión
frente a los hechos, van a sufrir.
Kolectivo
La Haine
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