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Hechos Contra el Decoro en México: Ejército
Zapatista de Liberación musical
Fernando León - FZLN
Llega desde Madrid, una profunda mezcla de ritmos y sentidos, un inquieto mestizaje que fusiona el hip-hop con el ská, el funky con la samba, el acid-jazz con el reggae, el sabor latino con el compromiso social.
En las laderas de las multinacionales nacen guerrilleros musicales que se salen de los caminos. De sus acciones hemos oído hablar en centros sociales, en bares y plazas, en calles y mercados. Músicos armados con sus palabras, con sus ideas, que se salen de la selva musical y apuntan con sus guitarras a las piernas del sistema. Músicos soldado, venidos de todas partes como brigadas musicales, cantando las cosas como son y haciéndolo en todas las lenguas, en todas las voces y un solo idioma, el idioma de la dignidad.
Música guerrillera, de campaña, música enmascarada, hecha a cara descubierta. Música festiva, lacandona, música convencida, vestida de puños y de pañuelos, hecha para ojalá desaparecer un día.
Desde el frente de los escenarios, sus textos son respuesta y advertencia, son memoria en tiempos de amnesia, de violencia hereditaria. Les hacen los coros millones de voces lejanas, perdidas, voces de hace quinientos anos, el peso de la razón cargado a la espalda, la rabia en la mano, empuñada.
La suya es una victoria cantada. Y es que el enemigo no tiene oído. Ni para la música ni para escuchar a los que hoy gritan reclamando Tierra y Libertad.
Palabras recias, oídos sordos
El zapatismo del que nos cantan es un espejo lindo en el que nos reflejamos todos, cercanos a veces, a veces no. Es un espejo sin marco, sin joyas ni adornos. Es un espejo de aumento, que agranda nuestras certezas, haciéndolas libres. El zapatismo es un espejo de río, sereno, que cuando lo golpean se rompe en miles de espejos pequeños, multiplicándose, haciéndose fuerte. En su superficie nos reflejamos todos. Todos menos los grandes, los poderosos, los vampiros. Si no se reflejan es porque si se vieran se darían miedo.
Desde un sitio cualquiera, montaña, o selva, o escenario, son muchos los que hoy hacen senas, agitando sus vidas. Sabemos, como ellos, que para ver nuestros sueños cumplidos lo primero que debemos hacer es despertar.
Aquí están y así lo cantan... Son las Brigadas musicales, soldados de una causa eterna, prodigiosa... Ejército Zapatista de Liberación musical...
Rebelión, 20 noviembre´00
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Kolectivo
La Haine
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