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Negu Gorriak enciende a 4.000 jóvenes en su concierto de Baiona
Y con ellos llego la fiesta
El público que abarrotaba la pista y las gradas del recinto deportivo
Lauga de Baiona vibró con intensidad en el momento en que los integrantes
de la banda Negu Gorriak salieron ayer al escenario. Eran las 22.45 de la noche
y todos los que se congregaron en esta cita histórica, el regreso de
Negu, comenzaron a saltar y a gritar. Todos a una, empezaron a cantar el tema
"Ixilik egon", con el que Fermin Muguruza y compañía
abrieron la noche que prometía intensidad, emoción, calor, color...
En el escenario, una gran pancarta en la que se podía leer el nombre
del grupo que protagonizó ayer el concierto más sonado de cuantos
se han hecho en Baiona y lo que falta todavía... porque la fiesta continúa
hoy y mañana en Donostia.
En la primera parte del concierto sonaron con más fuerza que nunca las
canciones más emblemáticas de la banda. La entrega del público
fue total desde el instante en que la banda pisó el escenario. El ambiente
se iba caldeando minuto a minuto mientras el grupo, con Fermin Muguruza al frente,
se convertía en protagonista absoluto de la noche. A su alrededor, personas
provenientes de diversos puntos de Euskal Herria, en una noche muy especial.
En el transcurso del concierto, Fermin Muguruza tuvo palabras y gestos de solidaridad
con los presos políticos vascos y el pueblo chiapaneco.
Bastante antes de las 7 de la tarde, el polideportivo Lauga de Baiona ya vivía
un constante e
ininterrumpido goteo de personas de todas las edades y con ganas de divertirse
lo llevaban escrito en la cara.
Familias enteras
Resultaba muy curioso encontrarse con familias enteras padres y madres
jóvenes con hijos de 7 u 8 años, codo a codo con numerosas
cuadrillas de quinceañeros que, a buen seguro, conocen a los Negu Gorriak
por los Cds y por su historia y trayectoria, pero que nunca jamás los
han visto en directo para algunos, es más que probable que el de
ayer fuera su primer concierto. Y junto a ellos, gente que ya ha emprendido
la andadura de su fase adulta, pero que no pierde comba para volver a revivir
un pasado y unos recuerdos no tan lejanos.
Entre el público, abundaba, y con diferencia, la estética euskal
hippie, se veían numerosos lauburus y anagramas de gestoras al cuello,
históricas camisetas de Negu Gorriak, de Euskal Presoak Euskal Herrira,
además de variopintos lemas alternativos, muchas ikurriñas al
cuello y alguna que otra señera independentista se esperan docenas
de autobuses catalanes a lo largo de los tres conciertos.Y todo ello daba
buena cuenta de que aquel concierto reunía a multitud de gente social
y políticamente inquieta y comprometida.
También lo entendieron así los numerosos efectivos de la Guardia
Civil española y de la Gendarmerie francesa, quienes ayer al atardecer
se encargaron de poner trabas provenientes de Hego Euskal Herria para que cientos
de personas no pudieran llegar a tiempo hasta Baiona.
Policías y neonazis
Desde media tarde, controles policiales diseminados por Irun, Oiartzun u Orereta,
así como en los pueblos limítrofes entre Nafarroa y Behe Nafarroa,
hicieron de filtro en la muga, obligando a parar a multitud de vehículos
y autobuses, para, a continuación, pedirles la documentación y
hacer recuento del número de personas que acudían a la cita. Incluso
hubo quien tuvo que dar marcha atrás y volverse. Pero esta carrera de
obstáculos no fue problema para que la gente intentara llegar por otros
caminos.
La sombra de Rodríguez Galindo todavía es larga, pero no lo suficiente
para amedrentar a quienes ayer deseaban pasar una buena noche a cuenta suya.
Sin embargo, la verdadera fiesta había comenzado horas, incluso días
antes. Así, el pasado jueves, el aeropuerto de Roma fue el escenario
de la persecución que alrededor de 150 neonazis de los grupos de fútbol
ultras, tanto españoles como italianos, hicieron a los miembros de Banda
Basotti, después de reconocerlos. El acoso, las amenazas e insultos llegaron
a tal grado que les impidieron tomar el avión que les llevaba a Bilbo.
Pese a que los de Banda Basotti, que iban acompañados por familiares,
compañeras e hijos, retrasaron el vuelo al atardecer, el segundo intento
también resultó fallido, puesto que los neo-nazis continuaban
en el aeropuerto. Así que la gran familia Basotti se vio obligada a salir
del aeropuerto escoltados por la policía italiana. Finalmente, pudieron
llegar ayer a Baiona, hacia las 8 de la tarde, justo-justo para participar en
el concierto.
Selektah y Banda Basotti
El precalentamiento, sin embargo, corrió a cargo de Selektah Kolektiboa,
quienes, con sus ritmo raperos, fueron los encargados de abrir la noche, hacia
las 8.30 horas. "Gabon, altza gurekin" fue la canción que inauguró
la larga velada. Nafarroa, UPN, el dinero o los diversos problemas sociales,
políticos y económicos que sufre Euskal Herria, fueron algunos
de los temas que desgranaron los tres miembros que integran Selektah a ritmo
de rap. «Zuen txaloak, guretzat kilo urrea» gritaban al público
los conocidos raperos euskaldunes, mientras el polideportivo continuaba engordando
imparable.
Hacia las 9.30, hora de salida de Banda Basotti "Gabon Euskadi, Gabon
Iparralde" fue su saludo de guerra, el ambiente ya estaba al pil-pil.
Del rap de Selektah, al rock reivindicativo de los italianos, que fueron desgranando
sus ya conocidas canciones.
A juicio de los nativos, pocas veces, por no decir nunca, se ha visto el polideportivo
Lauga tan lleno como estaba ayer, con la pista a rebosar de gente y las gradas
a tope.
También lo notaron en las barras de bebidas y en los puestos de merchandising
Korrika, Negu Gorriak, Esan Ozenki, Euskal Herria Zuzenean, Big Beñat...
, colocados en la puerta del polideportivo nada más entrar.
Asier Zulueta, uno de los responsables de la discográfica Esan Ozenki,
que ya ha pasado a la historia en adelante le releva Metak, señalaba
sonriente que la venta estaba siendo de «escándalo», aunque
matizaba que, de momento, no se van a enriquecer. En suma, una buena primera
noche. La fiesta continúa en Donostia.
NEGU GORRIAK-EN AZKEN AGURRA
Kolectivo
La Haine
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