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Últimos conciertos de Negu Gorriak: El espejo de una generación
Han sido pocos los grupos que han movido masas de gente en Euskal Herria, grupos líderes, banderas de una generación. Bandas como Itoiz, Delirium Tremens, Kortatu, Hertzainak... bandas que han sido capaces de marcar a toda una generación y, a posteriori, conseguir que su musical sea recordada al cabo de los años, convirtiéndose en clásicos del rock vasco.
Por su parte, Negu Gorriak sigue la misma senda, el de la época, han sido «el grupo», la bandera para muchos jóvenes de la generación de los noventa, de principio a final, todos esos que han crecido en una época de bonanza, con la televisión jugando un papel importante en la sociedad y, musicalmente, explotando géneros como el rock en mil ramificaciones, las cuales como bien lo hemos podido comprobar lo han llevado muchas veces a la vanguardia, implicándose dentro del género nuevas tendencias, actitudes y formas de tratar el rock.
Negu Gorriak tuvieron la facilidad de encontrar una formula, su fórmula y una actitud musical no explotada hasta entonces en Euskal Herria, heredada de numerosas bandas norteamericanas del género, el de aunar el rock en su concepto globalizador, con la reivindicación política, social y cultural que estaba viviendo Euskal Herria en aquel momento, principios de los noventa.
A todo ello se le sumaron elementos advenedizos como usar el rap, los sampleados, las máquinas, el mestizaje musical,... todo ello liderado por Fermin Muguruza, frontman indiscutible y con el carácter necesario para liderar a una banda de determinadas características. Junto a él estuvieron su hermano Iñigo y Kaki Arkarazo a las guitarras, y una sección rítmica aderezada por Mikel Anestesia Kazalis al bajo y Mikel Bap! Abrego a la batería. Los cinco fueron capaces de liderar a un grupo y a toda una generación a ritmo de rock, compromiso y reivindicación.
En la actualidad, tras dejar a un lado la década de los noventa, nos adentramos en una etapa de cambios: musicalmente no ha surgido un grupo de rock que lidere a la masa una bandera, la saturación de mercado es enorme, la discográfica Esan Ozenki cierra la persiana para reorientar su negocio en otro nuevo sello, la situación política y social que esta viviendo Euskal Herria, la apatía social, etc. Aún así, la gente que se acerque tanto a Baiona como a Donostia tendrá la oportunidad de echar la mirada atrás por última vez y disfrutar de un grupo que para muchos jóvenes lo fue todo, el espejo de sí mismos.
Gotzon Uribe Critico
Kolectivo
La Haine
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