El 25 de mayo pasará a la historia como la fecha electoral en la cual se consumó uno de los pucherazos fascistas más elocuentes de la reciente historia europea. Pero a su vez, también lo hará por ser el día en el que sectores populares contra viento y marea, ilegalizaciones, acoso criminal violento, detenciones y agresiones politico-judiciales, dieron una respuesta inédita y contundente basada en la desobediencia.

La estrategia del Estado anti-democrático español y todos sus poderes (militar, policial, económico, mediático y judicial) han tenido una obsesión enfermiza, sacar a la izquierda abertzale del escenario político. Como colofón a una dinámica represiva de años, iniciaron una fuerte ofensiva para clandestinizar expresiones políticas, sociales o informativas del ámbito vasco abertzale, en lo que se puede catalogar como una re-transición franquista para acotar los flecos que les quedaron en la reforma del régimen de áquel que murió tranquilo en la cama.Para ello, sus herederos genéticos y políticos, junto con los que abandonaron sus reivindicaciones hace décadas a cambio de escaños y con la colaboración no teórica pero sí práctica de supuestos comunistas e independentistas, dieron carta blanca a la ilegalización de la expresión institucional de la izquierda independentista vasca.

Uno de los objetivos era claro.Sacar de las instituciones a la izquierda abertzale, algo que no podían hacer mediante la voluntad popular del pueblo vasco pero sí mediante la cárcel, persecución, el Tribunal de Orden Público re-bautizado como Audiencia Nacional y unas buenas dosis de imposición armada con la cobertura de los medios de desinformación, mercenarios a sueldo del Ministerio de Interior.

De ésta manera, con la izquierda abertzale ilegalizada y perseguida, el reparto del pastel entre los partidos autodenominados demócratas sería más jugoso, la izquierda abertzale se disolvería como un azucarillo en la abstención,en el trasvase de votos o en la represión a un presumible boicot electoral.Se vendería la idea de la eliminación del problema político, reduciéndolo a un mero problema de orden público y sólo sería cuestión de tiempo el acabar con los resquicios de resistencia.

Desgraciadamente (para ellos) les fallaron los cálculos.En una finta estratégica la izquierda abertzale dio vuelta de tortilla a la situación, volviendo a poner su proyecto encima de la mesa con una herramienta que nace de la rabia del que no tiene nada que perder; La desobediencia.

La izquierda abertzale hizo un llamamiento arriesgado y comprometido, a sabiendas de que sus votos serían no sólo nulos oficialmente sino ilegales y perseguidos judicialmente, los sectores populares pueblo a pueblo y barrio a barrio pidieron el voto a las plataformas populares y a AuB, ilegalizados en un proceso esperpéntico carente de toda garantía judicial y de justicia.

La campaña se convirtió en una persecución kafquiana de papeletas, apaleamientos en mítines y actos políticos pacíficos, censura total en televisión, una escisión de manual clásico de contra-insurgencia en la izquierda abertzale, contra-campaña del PNV/EA/IU/Aralar con el objetivo de desprestigiar el voto ilegal como si fuera apoyo a PP/PSOE, multas, incautaciones, agresiones de todo tipo, negación del derecho de manifestación y expresión con relevante implicación del tripartito de Gasteiz, comandado por Ibarretxe en tal labor represiva.

En definitiva, con incontables dificultades y contra todo pronóstico, la izquierda abertzale no sólo estuvo presente en éstas elecciones sino que sacó nada más y nada menos que la friolera de 170.000* votos en el conjunto de Euskal Herria sur, y miles de votos internacionalistas a lo largo y ancho del Estado español.Es decir, la izquierda abertzale a pesar de la nueva irrupción de Aralar, mantuvo el bloque de votos a EH en las últimas elecciones autonómicas del 2.001.

Por otro lado, el PNV/EA, de los 600.000 votos que consiguieron en aquel año, caen más de 100.000 de sus apoyos y Aralar se estrenaría con 50.000.

En otro orden de cosas, los partidos españolistas perderían capacidad en Araba y UPN en Nafarroa, y en la margen izquierda, bunquer del españolismo, el PSOE perdería el liderato de pueblos como Sestao, Santurtzi o Portugalete. En Nafarroa, Aralar, la izquierda abertzale y Batzarre superarían conjuntamente el apoyo al techo electoral histórico de EH con lizarra-garazi como telón de fondo y en Bizkaia y Gipuzkoa PNV/EA ganan abiertamente con tendencia al alza de IU.

Aun así, la tónica general en términos de poder, se mantendría practicamente intacta en todas las provincias. A lo que habría que añadir el ascenso en representación de todos los grupos políticos especialmente de PNV/EA “gracias” a que los votos de la izquierda abertzale están anulados, con lo que en numerosos ayuntamientos gobernarán partidos carroñeros que han sacado menos votos que los anulados por la in-justicia española.

Anulada la estrategia del Estado, de desaparición de la izquierda abertzale, se abre una nueva fase política en Euskal Herria, donde la usurpación de escaños y concejalías se llevará a cabo.

En ésta fase política, la izquierda abertzale se encontrará con no pocas dificultades derivadas de la ilegalización y la represión creciente y expansiva y ahí es donde se situa el debate de actualidad.¿Que hacer?

Es cierto que la situación no es agradable y que está trayendo no pocos costos, pero a su vez va a abrir espacios que si se saben trabajar bien pueden ser potencialmente adecuados para poner en práctica dinámicas de desobediencia, no normalización del fascismo institucional y de contra-poder popular.

Es el momento de incentivar medidas de desobediencia y de poner ésa masa crítica social existente que supera con creces el número de votantes a la izquierda abertzale en posición ofensiva.Para ello el trabajo de la izquierda abertzale como motor es fundamental, por una parte, para quitar la careta a PNV/EA/IU que están viviendo de rentas ajenas y engañando con planes ficticios y excluyentes como el de Ibarretxe en el que la posibilidad de independencia y de activar un sistema social justo, están negadas de entrada.

Entiendo la liberación nacional y social de Euskal Herria como un proceso de acumulación de fuerzas y presiones en diferentes ámbitos, empezando por el movimiento popular, sindical,de lucha directa, de desobediencia e insumisión, y también del institucional, luchando en frentes estratégicos como el euskera, la enseñanza, la lucha socio-económica, la soberanía nacional y un sistema democrático socialista directo y popular, potenciando la masa crítica activa que posibilite un salto de marco político mediante un proceso de autodeterminación que aúne las fuerzas de la clase trabajadora y juventud con estación de destino en la independencia y el socialismo.

Para llevar éste proceso adelante, es necesario un pacto social y político (como lo fue Lizarra-Garazi) en torno a unos mínimos democráticos de autodeterminación y territorialidad, además de un marco vasco de relaciones laborales para llevarlo a cabo por la fuerza, ésto va a chocar con la legalidad vigente y entonces está ahí la clave de la lucha en general. Los que aceptan la imposición legal y los que queremos un sistema libre de verdad.

Los pasos a dar no van a ser fáciles, por ello, la lucha y la desobediencia en su concepto más amplio tienen que ser el valedor de la nueva situación política que se ha abierto.

Hay una frase que reza “la imaginación al poder”. Es el momento de ser imaginativos, por encima de la presencia o no de la izquierda abertzale en las instituciones, está el problema fundamental que no es otro que la falta de libertades en Euskal Herria. Asambleas de pueblo, insumisión, desgaste a los usurpadores, lucha en los ejes estratégicos de construcción nacional y social. Vayamos acumulando fuerzas en el duro invierno y en el trabajo de base, sin dejar un momento de perder referencialidad política como se ha hecho en las pasadas elecciones, los frutos se recogerán. Sigamos tejiendo el contra-poder y la alternativa.

Ésos 170.000 votos han sido útiles.Se ha demostrado la inutilidad del fascismo para asimilar la capacidad de lucha que hace temblar los cimientos del viejo sistema que ata a Euskal Herria en su libre decisión y en un sistema capitalista, levantando un muro antifascista. Ésos votos en el Estado español han sido utiles en tanto en cuanto han servido para abrir una brecha en el Apartheid.

Es hora de continuar con más fuerza que nunca el trabajo en la calle, en el instituto, en la universidad, en la fábrica, condicionando las instituciones fascistas…

Es hora de la ofensiva. Manos fuertes para ello, ya que la victoria es nuestra. Imaginemos, pensemos, debatamos.

Un fuerte y sincero agradecimiento a todas las personas que saltándose la ley mediante la desobediencia insertaron la papeleta prohibida, especialmente a todos aquellos que desde la ternura internacionalista en el Estado español, llevaron a cabo ésa muestra de solidaridad incorruptible.

En Euskal Herria a 26 de mayo del 2.003, sometidos pero no vencidos.

* La comisión de garantias, formada por 35.000 voluntarios, ha dado a conocer el recuento final de los votos a la izquierda abertzale, en un informe pormenorizado para cada territorio de Euskal Herria sur.

- Informe con los resultados pueblo a pueblo con asignación real y oficial de electos municipales.
http://www.gara.net/m25/doc/herriak_araba.csv.pdf
http://www.gara.net/m25/doc/herriak_gipuzkoa.csv.pdf
http://www.gara.net/m25/doc/herriak_bizkaia.csv.pdf
http://www.gara.net/m25/doc/herriak_nafarroa.csv.pdf

- Informe con los resultados de las elecciones a Juntas Generales de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba por circunscipciones.
http://www.gara.net/m25/doc/bboo_barrutiak_ee.pdf

- Informe de resultados por herrialdes con la comparativa de resultados de Parlamento de Nafarroa y JJGG y total de Hego Euskal Herria.
http://www.gara.net/m25/doc/herrialdeak_bbnn_naf.pdf

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