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Amnistía Internacional pide que los interrogatorios
se graben en vídeo para evitar torturas y falsas denuncias
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29 de mayo de 2002. Amnistía Internacional
volvió a mostrar ayer su preocupación por los casos de torturas
y malos tratos a detenidos que se producen en el Estado español
y la impunidad con la que se llevan a cabo. Por ello, insistió
en la necesidad de adoptar medidas garantistas como la grabación
en vídeo de los interrogatorios policiales a los detenidos. Andrés
Krakenberger, portavoz del grupo de Gasteiz de AI, destacó que
la grabación es una garantía mutua para el interrogado y
el interrogador, porque evita las torturas y también la posibilidad
de falsas denuncias contra las fuerzas policiales.
El Informe de Amnistía Internacional vuelve a reflejar, un año
más, las «denuncias de torturas infligidas por agentes de
la Guardia Civil o la Policía a presuntos miembros de ETA detenidos
en régimen de incomunicación en virtud de la ley 'antiterrorista'».
Andrés Krakenberger, ex presidente de AI en el Estado español
y portavoz del grupo de Gasteiz, mostró la preocupación
por la impunidad de la que gozan los torturadores. Reiteró, por
ello, las recomendaciones que ya han venido haciendo con anterioridad
organizaciones intergubernamentales como el Comité para la Prevención
de la Tortura. Entre estas medidas se encuentran la retirada de la extensión
del periodo de incomunicación de los detenidos y la grabación
con videocámaras de los interrogatorios.
De la grabación en vídeo destacó que es una medida
de fácil aplicación que además constituye una garantía
mutua para el detenido y sus interrogadores, puesto que defiende al primero
de posibles malos tratos y a los segundos de falsas denuncias. Krakenberger
explicó que es posible dotar a las videograbadoras de seguros técnicos
que registren la posible manipulación de las imágenes.
Amnistía Internacional no acierta a entender la negativa de las
autoridades a admitir este tipo de recomendaciones.
La grabación de los interrogatorios es una medida que viene demandándose
de antiguo. En diciembre de 1985, un informe del Gobierno de Lakua ya
recomendaba la instalación en dependencias policiales de «un
circuito cerrado de TV sin voz en el centro de interrogatorio con la grabación
correspondiente y vigilancia de un oficial». La propuesta se dirigió
a Madrid, que la desoyó. Con el despliegue de la Ertzaintza, dicha
medida tampoco fue adoptada por la Policía autonómica.
Las medidas recientemente propuestas por el TAT también recogían
la solicitud de la grabación. EA llevó los nueve puntos
al Parlamento de Gasteiz, donde se rechazaron para adoptar en su lugar
una declaración genérica contra la tortura.
El informe de AI describe las torturas denunciadas por detenidos y señala
que éstas fueron también recogidas en directo por el Comité
Europeo para la Prevención de la Tortura en entrevistas personales.
Los casos que destaca a modo de ejemplo son los padecidos por Iratxe Sorzabal
y Unai Romano.
AI vuelve a denunciar también este año los indultos a miembros
de las FSE condenados por torturas. Destaca además la medalla concedida
a Melitón Manzanas. Todo ello, unido al «laxo cumplimiento
de las penas, la deficiente calidad de los informes forenses y la perpetuación
del régimen de incomunicación, contribuye a crear un clima
de impunidad».
El caso Marey y los atentados de ETA
La «guerra sucia contra ETA» vuelve a figurar entre las preocupaciones
de Amnistía Internacional, puesto que «varios de los responsables
de delitos cometidos» siguen sin ser procesados.
Especial mención le merece el caso del secuestro y detención
ilegal de Segundo Marey. Relata AI que el Tribunal Constitucional desestimó
el recurso contra la sentencia presentado por 11 de los 12 condenados,
entre los que figuraban el ex ministro del interior José Barrionuevo
y el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera. Esta decisión
«supuso que las penas de prisión de ambos quedaran definitivamente
fijadas en tres años y cuatro meses, tiempo al que previamente
habían quedado reducidas. Sin embargo destaca el informe
el 30 de mayo se les permitió, al igual que a otros tres altos
cargos del Ministerio del Interior, abandonar la prisión cuando
llevaban nueve horas internos, y no se preveía que fueran a cumplir
más periodos de privación de libertad».
El informe recoge también que «el grupo armado vasco Paria
Vasca y Libertad (ETA) continuó con su campaña de homicidios
y atentados con bomba». Apunta que mató a 15 personas durante
el 2001, 8 de ellas civiles, entre las que destaca al director financiero
de "El Diario Vasco", Santiago Oleaga, y al juez José
María Lidón.
«La continua campaña de homicidios de ETA encontró
una intensa respuesta policial, política y judicial», según
señala el informe. Y añade que «el acuerdo que firmaron
en octubre los gobiernos de Francia y España en la ciudad francesa
Perpiñán permitió la extradición temporal
de presuntos miembros de ETA que cumplían condenas en Francia a
fin de que también pudieran ser juzgados por delitos cometidos
en territorio español». Resalta la entrega, en diciembre,
de Josetxo Arizkuren Ruíz. Defensa de la soberanía como
pertenencia a ETA
El informe de AI refleja que «se vio con preocupación el
hecho de que las autoridades hubieran interpretado como apoyo o pertenencia
a ETA algunos casos de compromiso con el concepto de soberanía
vasca». Y apunta que «siguen abiertos varios procesos judiciales
contra miembros de grupos nacionalistas vascos presuntamente relacionados
con ETA».
Gara
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