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Cobra fuerza la hipótesis de guerra sucia en la explosión de Donostia
Batasuna afirmó ayer que la explosión que causó la muerte a María Eraunzetamurgil y heridas de gravedad a su nieto Jokin es «un capítulo más de guerra sucia contra Euskal Herria y sus ciudadanos», e instó a investigarlos a fondo para que no queden en la oscuridad, como ocurrió en los casos de Muskiz y Artxanda. Joseba Permach reveló que Batasuna ya hizo saber al PNV la posibilidad de intentos de criminalización de la izquierda abertzale a raíz de un misterioso mensaje difundido en internet.
Los mahaikides Joseba Permach, Ainhoa Ozaeta e Imanol Iparragirre mostraron ayer su solidaridad y pésame a la familia afectada por la explosión de la calle Aldamar, en nombre de Batasuna, en una rueda de prensa presidida por un ikurriña con crespón negro en Donostia.
Permach afirmó que la explosión que causó la muerte a María Eraunzetamurgil y causó heridas de gravedad a su nieto Jokin constituye «un capítulo más de guerra sucia contra Euskal Herria y contra los ciudadanos vascos» y reclamó que se esclarezca lo ocurrido el lunes, tras constatar que hechos como los registrados en Artxanda y Muskiz en 1994 permanecen aún sin esclarecer e impunes. «No es la primera vez que ocurre este tipo de capítulos oscuros en Euskal Herria», resaltó.
El portavoz de la formación abertzale no tuvo reparo en afirmar que «detrás de hechos turbios y oscuros han estado personas vinculadas a los aparatos del Estado».
El mahaikide afirmó que el tratamiento informativo de algunos medios de comunicación y las declaraciones del ministro español de Interior, Mariano Rajoy, vinculando la explosión a la kale borroka, «demuestran que el fin y el objetivo de lo ocurrido en Donostia es criminalizar a la izquierda abertzale».
«Campaña en marcha»
Sustentó esta aseveración en una información conocida por Batasuna en las fechas previas a las elecciones del 13-M y que, según dijo, comunicaron al PNV. «Se decía que en los próximos días o meses se podían producir atentados indiscriminados utilizando teléfonos móviles y pequeños objetos por parte de ETA. Se buscaba crear el caldo de cultivo para, una vez producidos, criminalizar a la izquierda abertzale», estimó. Esta circunstancia fue reconocida en su edición de ayer por ''''El País''''.
Permach aseguró, en este contexto, que lo ocurrido «nos da la posibilidad de declarar que, cierta y desgraciadamente, la información que habíamos recibido ya hace unos meses venía a corroborrar que estaba ya en marcha una campaña que buscaba precisamente lo que está ocurriendo al intentar criminalizar a la izquierda abertzale».
Ante estos hechos, Batasuna reclamó la necesidad de una solución política al conflicto. «Las fuerzas políticas estamos para buscar y proponer soluciones, y eso es lo que hacemos al plan- tear una solución democrática para Euskal Herria reclamando que sean reconocidos sus derechos políticos y democráticos. Estamos convencidos de que ésa es la única salida al conflicto que tanto sufrimiento está trayendo a Euskal Herria», destacó.
Gestoras pro-Amnistía también enmarcó la explosión del pasado lunes en la guerra sucia al afirmar que su objetivo «es generar dolor y sufrimiento en la sociedad vasca y busca incriminar a la izquierda abertzale». A través de un comunicado, aseguró que la sociedad vasca «siempre ha mostrado la suficiente madurez para saber de quién es la responsabilidad de este tipo de acciones de ''incontrolados controlados''».
Señaló que este tipo de hechos «nos retrotraen al pasado, al tiempo en que el PSOE estaba en el Gobierno español. Parece que en tiempo del Gobierno del PP estamos viendo la utilización de esos métodos del pasado», aseguró antes de concluir que «la guerra sucia siempre ha sido un instrumento utilizado por los estados».
En solidaridad con la familia de María Eranzetamurgil y el pequeño Jokin G., en denuncia de la guerra sucia y en demanda de una solución democrática, Gestoras llama a manifestarse el viernes en Donostia bajo el lema «Gerra zikinari. Stop».
Mensaje en la red
El pasado mes de abril circuló en internet un mensaje que decía lo siguiente: «Oid, es importante, nos lo han pasado de la Dirección General de la Policía, que son clientes corporativos, y del Ministerio del Interior. Por determinadas ciudades españolas, incluyendo Madrid, Barcelona y Valencia, se están preparando atentados indiscriminados con los detonadores robados recientemente en Grenoble por ETA: el modus operandi es acompañarlos con unos gramos de dinamita e insertarlos en teléfonos móviles, llaveros, etcétera, que se van a abandonar por las calles. Tienen potencia suficiente como para arrancar una mano. Alertad a cuanta más gente podáis».
En referencia a este e-mail, ''''El País'''' publicó ayer que la Comisaría General de Información de la Policía emitió recientemente un comunicado desmintiendo «la alerta» transmitida por la red.
LAB exige esclarecer la acción, que mató a la madre e hirió al hijo de un delegado
LAB reclamó ayer una «investigación profunda y clara» de la explosión de la calle Aldamar de Donostia y expuso su impresión de que «podemos estar en la antesala de una nueva fase de la guerra sucia». En un comunicador, explicó además que María Eraunzetamurgil, la persona fallecida, es madre de Pedro Mari Galarraga, delegado del sindicato, mientras que el pequeño Jokin, herido gravemente, es su hijo.
Al inicio del comunicado, los miembros del sindicato expresan su solidaridad y dolor a Galarraga y a toda su familia, al tiempo que esperan la mejoría del bebé gravemente herido.
«LAB pide una investigación profunda y clara. En este pueblo nos hemos encontrado en situaciones similares y, desgraciadamente, en estos casos jamás se esclarecen los motivos y las verdaderas responsabilidades», dice el sindicato, que añade a todo esto «nuestra preocupación por que podamos estar en la antesala de una nueva fase de la guerra sucia de los aparatos del Estado».
En este contexto, la central abertzale expresa su «profunda crítica» al tratamiento de los medios de difusión, al estimar que sus informaciones «se han colocado claramente dentro del interés político y de la estrategia del Gobierno español».
La realidad y los titulares de los periódicos
Maite Soroa
La tragedia provocada en Donostia con la explosión del juguete-bomba desató en las primeras horas las más variadas hipótesis, sustentadas todas ellas sobre la más absoluta nada. Sólo sobre la necesidad de políticos y periodistas de justificar su propia existencia.
Con el paso del tiempo, las cosas se fueron aclarando un tanto y, aunque todavía de forma insuficiente, hubo hipótesis y teorías que cayeron por su propio peso, pero eso no resultó suficiente para evitar que algunos medios, los de siempre, elevaran sus afanes a la categoría de tesis. Lo dicho, «que la realidad no te estropee un bonito titular».
Entre los mejores ejemplos de lo anterior se cuenta el inefable Pedro J. Ramírez y su mundo. En el editorial de "El Mundo", que una leyó con ánimo sereno y sin ánimo inicial de vomitar sobre el papel, se asegura, sin rubor, que «las investigaciones están dando la razón a quienes insistían en su posible vinculación con la kale borroka o la banda terrorista ETA». Más aún: criticaban al Departamento de Interior porque «no se entiende este afán exculpatorio porque, bien al contrario, todo sugiere que el juguete está relacionado, al menos indirectamente, con el entramado etarra».
La mala baba del juntaletras alcanza el paroxismo cuando asegura que «otra posibilidad es que el cochecito fuese una réplica en miniatura de un coche bomba destinado a amedrentar a alguna persona. Su destinatario podría ser tanto el dueño del bar a cuyas puertas se encontró el artefacto o cualquier otro vecino». La falta de vergüenza en este caso, clama al cielo.
Y en páginas interiores del mismo medio, Fernando López Agudín completaba el disparate con una columna titulada «El hilo de la pólvora» en la que, sin sombra de duda, apuntaba en la misma dirección que Rajoy: «Inevitablemente, todas las sospechas razonables se dirigen hacia los protagonistas de la kale borroka». Los datos para avalar la tesis, obviamente, no aparecían en el escrito y la referencia a las carteras-trampa de Artxanda y Muskiz que se colocaron, dicho sea de paso, cuando el propio Agudín trabajaba en el Ministerio del Interior y cuya autoría nunca fue oficialmente esclarecida era para avalar, sin más fundamento, que es a la izquierda abertzale a quien hay que mirar en este caso. Luego rellenaba el artículo con términos como «inevitablemente», «probablemente», «seguramente». Poca chicha, digo yo, para tanta y tan fétida limonada. Lo dicho, que la realidad no estropee un titular.
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