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La derecha política en Lasarte: Libre legalmente,
encarcelada socialmente
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En el pueblo vasco de Lasarte, al igual
que en muchos otros, los concejales que diariamente ejecutan desde sus cargos
políticas de opresión laboral, social y cultural son repudiados
reiteradamente por los vecinos. Tal es así que estos deben esconderse
de ellos. Se encierran en su ayuntamiento y en sus casas. Los que se tapan
los ojos y los oídos cuando las fotos y los innumerables testimonios
atestiguan cada año la tortura a ciudadanos vascos; que apoyan con
sus votos las reformas laborales de explotación y precariedad; que
imponen la constitución, la política y la cultura españolas
en Euskadi; todos ellos, están libres legalmente hablando. No están
en las cárceles españolas por tener el trabajo que tienen.
Es más, cobran -y mucho- por hacerlo. Pero los edificios desde los
cuales cotidianamente ejecutan sus políticas de opresión se
han convertido en cárceles sociales, donde éstos políticos
han quedado recluidos, aislados, encerrados sin poder ver la calle, la luz
del día, pagando por lo que legalmente hacen.
LASARTE, EUSKADI. 30/06/02. Agencias/El Mundo.- Habían sonado
las campanas de medianoche en el Ayuntamiento de Lasarte y, junto a la
tamborrada de veteranos, asistían al acto varios cientos de vecinos.
La alcaldesa, Ana Urchueguía, no llegaba a verlos, porque sabía
que si ella o alguno de sus concejales (PSOE) se asomaba al exterior,
una lluvia de huevos y piedras caería sobre ellos.
Batasuna, representada por su portavoz Zigor Iriondo y por Aiora Zulaika,
ocupó uno de los balcones laterales segundos antes de que se iniciara
el recibimiento de las cantineras de la tamborrada de los veteranos, uno
de los actos tradicionales de las fiestas de San Pedro de Lasarte. Al
lado del balcón vacío, Aiora Zulakia, edil de Batasuna,
ondeaba una gran ikurriña (bandera vasca) y recibía la ovación
de la gente.
La alcaldesa no tuvo más remedio que, a lo largo de 15 largos
minutos, mantener el acuerdo alcanzado con sus concejales y evitar con
su salida a la balconada del Ayuntamiento de Lasarte convertirse en objetivos
directos de la multitud.
La alcaldesa aún recuerda que llegó a quedar inconsciente
en una ocasión al recibir el impacto de una piedra lanzada por
la multitud.
Zonas socialmente "no gratas" para la alcaldesa de Lasarte
La alcaldesa de Lasarte volvió a recoger esta madrugada otro fruto
de lo que siembra su política de opresión cotidiana. Además
de no poder asomarse a la balconada municipal, Ana Urchueguía tiene
prohibido por la policía pisar en fiestas la plaza Okendo, situada
a una veintena de metros del Ayuntamiento.
Además, debe alejarse de algunas zonas del propio pueblo de Lasarte
cuando los vecinos realizan fiestas populares, ni puede acudir a los actos
culturales de los programas festivos.
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