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Detenido en Donostia otro portavoz de Haika. Miles de personas secundaron la jornada de lucha convocada contra las detenciones
La Policía española detuvo ayer por la noche en Donostia a Asier Tapia Zulaika, uno de los dos representantes de Haika que leyeron el comunicado en la rueda de prensa celebrada el martes. El arresto se produjo después de que el fiscal general del Estado instara a la Fiscalía de Donostia a abrir una investigación.
Después de que el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, instara por la mañana al fiscal jefe de Donostia, Luis Navajas, a abrir una investigación sobre las manifestaciones realizadas por dos representantes de Haika en la rueda de prensa del martes, la Policía española detuvo en Donostia, sobre las 21.00, a Asier Tapia Zulaika, uno de los dos jóvenes que leyó el comunicado.
Según indicó Efe, la detención se produjo por «apología del terrorismo», y el joven será conducido en las próximas horas ante Baltasar Garzón.
Horas antes, Navajas envió a la Ertzaintza una instrucción para que abriera diligencias por las declaraciones en las que los miembros de Haika manifestaron que la operación «no les va a salir gratis», y así poder presentar una querella.
Por otra parte, fuentes de la Audiencia Nacional indicaron que la incomunicación de los 15 detenidos podría prorrogarse hasta el sábado.
Numerosas movilizaciones
Al margen de ello, la jornada de lucha convocada por Haika obtuvo una amplia respuesta. Según los datos facilitados por la organización juvenil, los paros se realizaron en numerosos centros de enseñanza, aunque también existieron trabas para realizarlos, como ocurrió en Donostia.
En las movilizaciones del mediodía en Gipuzkoa, en Donostia se manifestaron 400 personas, 600 en Arrasate, 175 en Ordizia, 170 en Tolosa, 300 en Azpeitia, 200 en Bergara, 100 en Hernani, Orereta, Zumarraga-Urretxu, Eibar y Zarautz, y 20 en Irun. En Zumarraga, además, arrojaron huevos a la sede del PSE. En Donostia, al término de la movilización, varios manifestantes volcaron un coche de Telefónica.
En Nafarroa fueron 700 las personas que tomaron parte en las movilizaciones de la mañana. En la UPNA se manifestaron 150 jóvenes, 50 ante el instituto Alaitz de Barañain y otras 160 en Leitza. Aquí la Guardia Civil, tras dividir a los manifestantes en dos grupos, identificó a los mayores de 15 años. En la Txantrea, agentes de la Policía española detuvieron a dos jóvenes.
En Bizkaia salieron a la calle un total de 2.700 personas. Hubo movilizaciones en Bilbo (750 personas), Lekeitio (400), Leioa (150), Txurdinaga (150), Gernika (80), Uribe-Kosta (145), Barakaldo y Santurtzi (30), Portugalete y Basauri (40), y Univer- sidad de Deusto (100).
La convocatoria de Gasteiz reunió a 600 manifestantes y la de Laudio a 100. En Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa se movilizaron 150 jóvenes. En Pau, el partido occitano Anaram au Patac realizó una concentración ante el Consulado español.
Por la tarde, las movilizaciones se repitieron en Bilbo y Hernani (700 personas), Durango (350), Azpeitia (300), Ondarroa, Lekeitio, Algorta, Basauri y Barkaldo (150), Donostia (250), Laudio (180), Zamudio y Orereta (125), Tolosa, Gasteiz e Intxaurrondo (100), Leioa (75), Iurreta, Elorrio, Zornotza y Be- rango (50), Portugalete (60), Markina (30), Donibane (20), Sopela (45) y Tafalla (35).
En Arrasate, la Ertzaintza detuvo a una persona tras disolver una manifestación de 600 personas. En esta localidad resultó agredido por un encapuchado el edil del PNV José María Loiti, según Europa Press. En Barañain, la Guardia Civil impidió que 100 personas se manifestaran tras una asamblea.
Además, en numerosos lugares hubo cortes de tráfico, pegadas de carteles y barricadas. El GBB del PNV condenó en una nota «los actos de vandalismo de los dos últimos días» y rechazó la huelga convocada en la enseñanza para mañana.
La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Laudio, con los votos de EH, PNV y EA, denunció «el momento y la forma» en que se han producido los arrestos y mostró su preocupación por el trato que pueda recibir Mikel Ayllon. Reiteró su compromiso para superar el conflicto «en claves de democracia, diálogo y respeto a la voluntad de Euskal Herria». Los profesores del Instituto de Laudio exigieron la libertad de los detenidos, al igual que la Asociación de Vecinos de Judimendi.
Reacciones
Gurasoak:
«Ante las últimas detenciones arbitrarias realizadas por orden del juez Garzón, nuestro colectivo quiere manifestar su solidaridad con los detenidos y sus familiares, así como denunciar la criminalización de la juventud abertzale. A nuestro entender, el diálogo es la única forma de solucionar el conflicto».
Abertzaleen Batasuna:
«Berriz ere, hauteskunde garaian, mugimendu publiko baten zuzendaritzako kideen atxiloketa kolektiboa eman da. Aitzina eman diren gisa bereko atxiloketak kide guztiak kargurik gabe aske utziz burutu dira beti, eta urte bateko presondegiratze prebentiboaren ostean».
Germán Kortabarria (Portavoz del Comité Ejecutivo de ELA):
«El impulso político de determinadas actuaciones judiciales, las insuficientes garantías de los detenidos y la reiterada utilización de la legislación antiterrorista nos hacen tener una nula confianza en que la nueva iniciativa de Garzón se haya atenido a criterios jurídicos. Quienes descalifican aspiraciones políticas muy arraigadas en nuestra sociedad y les cierran toda vía de realización democrática, están favoreciendo el desarrollo de la violencia».
Elkarri:
«Elkarri desea transmitir su preocupación ante las detenciones, ya que la experiencia reciente ha demostrado que la interpretación extensiva del delito de pertenencia o colaboración con banda armada carece de fundamentación jurídica. La existencia de ETA no puede justificar actuaciones que vulneran los derechos de la persona».
Juan Cruz Coto, Pitxu, fue agredido y detenido por la Ertzaintza durante el acto convocado en Barakaldo para protestar por las últimas detenciones. Las marcas de los golpes, muy evidentes ayer, son testigo mudo de la «brutal» actuación policial.
Coto explica que la Ertzaintza empezó a golpear a los manifestantes cuando éstos se sentaron pacíficamente en el suelo. «Teníamos la cara a la altura de sus patadas y corrían para golpearnos con las porras. Tengo más de 20 golpes dice de porras, patadas y de las bocachas de los lanzapelotas».
Recuerda que «me golpeaban continuamente en las rodillas y codos para que me cayera al suelo. Cuando lo consiguieron se me tiraron encima, ahogándome». De hecho, indica que recibió golpes de unos diez agentes. «Son profesionales de la porra», asegura.
«Pedí que me llevasen ante el juez para dejar constancia de mi estado antes de que fabricaran una versión», pero no sirvió de nada. Tras insistir le llevaron a Cruces, donde un médico redactó un informe «sin examinarme denuncia, porque estaba esposado a la espalda y no me quitaron las esposas ni la ropa para poder hacerme un reconocimiento».
Coto, que ayer todavía cojeaba, afirmó que «el odio de esta gente es increíble», tras dejar constancia del trato vejatorio sufrido en comisaría. Sin embargo, ironiza que «no todos son así, un agente me dio agua, aunque proviniera de una manguera para fregar el suelo».
«Esta gente concluye es capaz de arruinar cualquier cosa. Está generando un problema para sí misma» y apela a los responsables policiales «para que me expliquen cómo controlan a esta gente y cómo son capaces de dar una versión como la que han dado».
De hecho, la izquierda abertzale de Barakaldo desmintió ayer la versión oficial, pidió la colaboración de los vecinos para acompañar su denuncia judicial y denunció las irregularidades producidas durante la detención de Coto y otros dos jóvenes, a quienes la Ertzaintza imputa «desórdenes públicos y atentado a la autoridad».
Mirari ISASI
(Gara)
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Kolectivo
La Haine
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