“La revolución no
se hace a la defensiva. Los mártires son un estorbo. La Videla y Garzón Mi primera duda –que expresé en su día en estas páginas- era si un colectivo podía convertirse en sujeto legal, y como tal en delincuente. Esa duda me la despejó el Tribunal Constitucional. Después me planteé qué consecuencias podría tener una insólita maniobra juridico-legislativa-ejecutiva –la aprobación de la Ley de Partidos- que venía a significar un salto cualitativo en una cadena de detenciones, ilegalizaciones, registros, persecuciones y cierres; y que anunciaba largos, sinuosos y escabrosos recorridos. La respuesta la he ido contemplando en los medios. Fundación Zumalabe, ABK... Madres de Mayo, El Laboratorio, La Casika, Movimiento de Resistencia Civil, Juventudes Castellanas Revolucionarias, Movimiento contra el régimen FIES, Nodo 50, Asociación Contra la Tortura, Izquierda catalana... Egin, Ardibletza, Egunkaria... Reforma del Código Penal y Ley del Menor, Mikel Zuluaga... Hace mucho tiempo, en un librito cuyo titulo no recuerdo, leí
una descripción sumaria de la “táctica General Videla”;
consistía en ir primero a por los comunistas, después
por los familiares y amigos, después por los amigos de los amigos,
y así sucesivamente hasta el infinito o el absurdo; figurar en
una agenda de un conocido que un día tuvo un casual encuentro
con el amigo de un primo de un comunista podía bastar para ir
a parar a un pozo sin fondo en las proximidades del infierno. Yo cuento, tú cuentas... ellos no cuentan Hay titulares que estremecen: “El gobierno advierte que también es delito electoral contar y difundir votos nulos” (Ideal, 10 de mayo). No sólo no puede ser delito contar los votos nulos, sino que todas las mesas electorales tienen la obligación de contarlos, recoger por escrito los recuentos en los correspondientes ingresos, conservar las papeletas nulas y entregarlas en la correspondiente Junta Electoral de Zona. La difusión pública de esos recuentos es tan delictiva
como la difusión del recuento correspondiente a cualquier formación
política que se presente o la del recuento de la abstención. Pero, más allá de este nuevo ladrillo en el muro, el
punto clave está en que lo prohibido consistiría en contar
las papeletas cuyo motivo de nulidad haya sido el haber “votado”
a AuB u otra candidatura señalada por el Supremo y confirmada
por el Constitucional. Ya no basta relacionar, ampliara el entorno, conectar. La misma “táctica Videla” ha quedado obsoleta. El discurso es de pura identificación. Y el argumento definitivo es el comunicado de ETA: “si lo dice ETA ya no hay más que hablar” dice la voz del gobierno en los microfonos nocturnos de RNE. Pero lo que dice ETA es que se vote autodeterminación(1). ¿Significa eso que todos los partidarios de la autodeterminación pertenecen a Euskadi Ta Askatasuna? ¿Acaso nos hemos vuelto locos? No, simplemente es una estrategia de Poder, una táctica de represión, un recurso de criminalización. ¿Cuántos más? Nadie lo sabe(2). Pero una cosa está clara: en el punto de mira de esta acción multiforme están los colectivos sociales críticos de todo el Estado. En la medida en que seamos capaces de integrar lo que sucede en un círculo mucho más amplio, seremos capaces de articular una respuesta a la altura de la agresión. Como titulaba dramáticamente Roberto Delgado en La Haine(3), “hoy se están llevando a los vascos, pero no me importa porque yo no lo soy”. Elites de poder en el centro y en la periferia Esta situación, unida a la acuciante necesidad de crear o potenciar
alternativas sociales que vayan más allá del marco definido
por las leyes del Mercado(4), confirman lo que Alfonso Sastre ha denominado
recientemente Estado de Alarma(5) en Euskal Herria, en el que
los entresijos electorales sólo suponen un elemento más
de una compleja realidad en la que los problemas sociales parecen relegados
por el debate soberanista y el “terrorismo”(6). Basta comparar las respectivas posiciones de PNV-EA-IU –y el espacio que merecen en Falsimedia- ante el aspecto estrictamente electoral de la sentencia del Supremo sobre AuB y el gravísimo problema de la tortura –que apunta a la base misma de la perversión del discurso constitucionalista del gobierno español. La oferta realizada por los partidos nacionalistas e IU-EB para hacer el recuento de votos nulos –por lo demás perfectamente innecesario, como se verá en el anexo- contrasta con la vergonzosa decisión de presentar una enmienda a la totalidad a la propuesta de adopción de medidas eficaces para la erradicación de la tortura presentada el pasado 7 de mayo en el Parlamento de Gasteiz(7). Es la clase de comportamientos que aúnan profunda incoherencia moral y –como ya inmejorablemente expresó Alizia Stürze- degradación “como individuos y como colectivos” por el “apoyo implícito a ciertas prácticas y leyes” que se enmarcan en lo que el “escalofriante” Los degolladores llamaba “zonas de no-derecho”, desarrolladas por los Estados cuyo monopolio de la violencia se ve amenazado por grupos armados(8). Se persiguen ideas
Esto nos lleva a dos conclusiones que entiendo muy claras: ANEXO SOBRE EL RECUENTO DE VOTOS En situaciones erráticas parece indispensable señalar lo que en condiciones más o menos razonables sería de sentido común. Así que vamos a ello en lo que se refiere a los famosos recuentos. Recuento de votos de las candidaturas declaradas ilegales, en tres fases, de forma automática y sin posibilidad de incurrir en delito electoral: 1. Recoger los porcentajes de votos nulos correspondientes a cada
mesa electoral vasca en los –digamos- últimos cinco procesos
electorales municipales. Es previsible que no existan grandes desvíos
de cifras y que se trate de cantidades mínimas. Puesto que estos
datos proceden de documentación pública, la operación
no puede ser en modo alguno delictiva. Notas: 1. No está de más señalar que la autodeterminación
es un derecho reconocido por las naciones Unidas como recuerda José
Ignacio Lacasta-Zabalza (en “Limites implícitos para la
libertad de crítica del sistema estatal y constitucional español”,
conferencia pronunciada en la Universidad Pública de Navarra
en diciembre de 1996).
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