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Euskal Herria y el estado de excepción
Gestoras pro-Amnistía
Durante el transcurso de este año 2.000 se han incrementado progresivamente
las acciones represivas que desde los aparatos (judicial, policial y legislativo)
del Estado español se desarrollan sobre la población de Euskal
Herria. Consecuentemente los derechos básicos de sus ciudadanos se han
visto gravemente limitados, incluso han desaparecido totalmente en algunas situaciones.
Se puede y se debe hablar de ofensiva represiva dividida en tres planos principales.
En primer lugar la situación de estado policial que se vive en la calle
a través de la masiva presencia y actuación de efectivos policiales,
que impide circular libremente por calles y carreteras sin ser registrado e
interrogado de manera ilegal entre amenazas y agresiones, que impide colocar
un cartel libremente so pena de ser detenido o multado, que impide manifestarse
o expresarse libremente bajo riesgo de ser herido o detenido en una carga policial
o ser castigado económicamente con multas
. Que impide, en
resumen, el libre ejercicio de expresión y circulación, aparte
de la tensión que genera la presencia continua y masiva de efectivos
policiales y militares en todos los espacios físicos de la geografía
vasca.
En un segundo orden situamos una actividad judicial contra colectivos políticos y sociales, plenamente legales y públicos, contra los que se ha actuado bajo acusaciones de pertenencia a banda armada sin prueba alguna que atestigüe tal acusación. Es decir, a partir de declaraciones gubernamentales contra estos colectivos la judicatura ha actuado teniendo que elaborar informes falsos que permitieran proceder a la detención y encarcelamiento de personas relacionadas con estos organismos. Por tanto se visualiza una grave falta de independencia del poder judicial con respecto a las directrices de actuación que se marcan desde el Gobierno de Madrid, así como la falta de garantías para ejercer libremente labores políticas y sociales. Esto nos lleva directamente a la instauración de un sistema totalitario, en el que pensar de forma diferente y trabajar públicamente por las ideas propias esta llevando a esas personas a la cárcel.
Pese a que con los dos apartados anteriores ya se genera una situación
de excepción total para con la ciudadanía vasca, desde el aparato
legislativo (parlamento español) se acaban de aprobar una serie de reformas
del Código Penal vigente que complementan las leyes especiales ya existentes,
con artículos que incluyen el encarcelamiento de jóvenes de 14
años durante periodos que alcanzan los diez años, la prohibición
de manifestarse en pro de ciertas ideas sea mediante movilizaciones o mediante
expresiones en prensa, en actos públicos etc
Se da, así,
salida a la legalización del estado de excepción para Euskal Herria,
con medidas policiales y militares especiales, con procesamientos y tribunales
especiales, y con leyes especiales.
Curiosamente todas estas medidas especiales han sido gestadas y meditadas durante
la etapa en la que la actividad de organizaciones armadas había cesado
(años 98-99) y su objetivo no son estas organizaciones sino las reivindicaciones
de soberanía y respeto a los derechos civiles que distintos sectores
de la sociedad vasca desarrollan en la vida publica. Concluyendo, las fuerzas
políticas españolas (principalmente Partido Popular y Partido
Socialista) han apostado por redoblar esfuerzos en mantener la falta de democracia
existente en Euskal Herria y para ello están utilizando todas las herramientas
represivas a su alcance.
Este hecho lejos de conseguir solución o distensión alguna con
el conflicto existente lo agrava y sitúa en una confrontación
directa de la cual la real y principal víctima no es otra que el pueblo
vasco. De hecho la gravedad de esta situación se puede resumir en una
interrogante ¿Qué opción le queda a una parte muy importante
de la sociedad vasca cuando no tiene espacios de libertad para expresarse o
cuando no tiene cauces para que sus proyectos políticos sean respetados
en igualdad de condiciones con el resto? ¿Acaso tiene, el pueblo vasco,
que resignarse a vivir en una dictadura camuflada de democracia?
Detenciones Practicadas:
El numero de detenciones practicadas por motivos de distinta índole es el que muestra el siguiente cuadro:
Motivo | Numero | Encarcelados | Liberados |
Acusados de Terrorismo |
253 | 134 | 119 |
Colocación de Propaganda |
4 | 1 | 3 |
En Movilizaciones | 364 | 3 | 361 |
Por Insumisión | 2 | 2 | 0 |
Para cumplimiento de condena |
12 | 12 | 0 |
Citaciones y presentaciones ante la Justicia |
49 | 37 | 12 |
Total: | 687 | 189 | 495 |
Hay ocasiones en las que las cifras hablan por sí solas, sin necesidad
de mayores datos, ésta es una de ellas. Pero si a esta visión
parcial (un año) se le suma que en los últimos 25 años,
de democracia a la española, son más de 15.000 los vascos que
han pasado por las comisarías y cuarteles de los distintos cuerpos policiales
y militares nos encontramos con un panorama desolador que no tiene nada que
ver con la normalidad política que se le atribuye a cualquier Estado
de Derecho, estas cifras desde luego que no se dan en otros países europeos.
Mas aún, si se deja de un lado la frialdad de las cifras y analizamos caso por caso el motivo real y la actuación policial-judicial en todas y cada una de estas detenciones comprobaremos como en cualquier otra parte del mundo el 95% de los detenidos estarían en situación de libertad sin cargos.
Kolectivo
La Haine
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