Comentario sobre el libro de Pilar Urbano "Garzón. El hombre que veía amanecer"

"Garzón. El hombre que veía amanecer". El florido título, apropiado a todas luces para ser inscrito en letras doradas sobre blanco mármol, resume eficazmente el contenido: vida de un héroe. De aquí el apellido desnudo; un individuo, en cuanto que representante de la Justicia, llevaría humildemente nombre y apellido, pero sin destacarlo, puesto que está cumpliendo con un cometido laboral, ni más nin menos. El hecho de erigirse personalmente en protagonista le convierte en un abanderado de la justicia por su propia mano, una especie de poli rebelde de las películas USA… un heroe, en fin, que se desvive por la justicia y por cazar a los malos, día y noche (¿quién no recuerda al viejo Batman, llegados a este punto?).

Su currículum es conmovedor: hijo de familia numerosa y humilde, andaluces de Jaén, tuvo que trabajar en el campo y estudiar en el seminario para poder mantenerse, así como realizar una serie de trabajos duros como empleado de gasolinera y camarero. Aunque según él eso despertó su lado más sindicalista y rojo, no parece que le durase mucho : cada vez que habla de algún funcionarios del juzgado, asegura con total impunidad que se dirigen a él con el apelativo de DON Baltasar… el Don de hoy en día recuerda al más rancio caciquismo. Garzón, el héroe trasnochado. Una única novia (relación mantenida durante años por teléfono y alguna visita de ella a él) que le obligó a casarse para poder estar juntos. No parece muy apasiondo cuando habla de ella, pero ya sabemos que Batman estaba demasiado ocupado para preocuparse de las chicas. De todos modos, Garzón hace referencias constantes a ella, admirando su abnegación, su apoyo incondicional por encima de sus propias necesidades… todo un ejemplo para el feminismo de s.XXI, en clave apostólica, romana y del magazine de la sección femenina.

Nada más alejado a la veracidad biográfica que un libro de memorias. Veamos unos ejemplos: Garzón es un valiente que se enfrenta a las fuerzas del mal. El día de la Revolución de los Claveles en Portugal, el joven Baltasar llevaba un clavel en su libro, y un policía franquista le reprendió. Baltasar se negó a deshacerse del símbolo, porque sus principios estaban mucho más encima que unas simples oposiciones a judicatura. Dos centenares de páginas más tarde, encontramos a la esposa de Garzón saliendo cada día la primera del vehículo familiar, para abrir la puerta, prefiriendo arriesgarse ella en caso de atentado. Como ella le dice "tú haces más falta". La fantasía del libro abusa de la presunta ingenuidad del lector: primero, es una familia lógicamente rodeada de guardaespaldas; y segundo, si no los hubiese, la imagen del tipo sentadito en el coche poniendo a su mujer como escudo humano es muy reveladora. Aquí no podemos recurrir ni a los ejemplos del heroismo yankie: para encontrar episodios de este nivel hay que descender a los infiernos patrios del General Moscardó por lo menos.

Soy consciente de que lo destacable del libro es su visión de la corrupción del PSOE, del narcotráfico, etc. Sin embargo, he querido dar una visión sesgada, comentando la parte más "personal" del libro, una parte bastante ñoña en su descripción y léxico, y casi una novela satírica, porque no te puedes creer que aquellas frases estén escritas en serio. No recomiendo que compréis el libro (cuesta 3000 pelas) pero si podéis darle un vistazo no os cortéis: sus monólogos delirantes, salidos de la imaginación más edulcorada y moralista de algún escritor norteamericano de bestsellers, no tienen desperdicio.

Pero la vergüenza aquí no es el propio libro. Cada escritor puede escoger sus iconos y crearles una historia a medida, o ensalzar sus vivencias. Lo que resulta más preocupante es el hecho de dar por sentado que un juez como Garzón, que reconoce ordenar autos poco fundados ("primero disparo, después pregunto", Harry el sucio dixit), que cerró un medio de comunicación de forma poco clara, que juega partidos contra la droga con personal fascista en su equipo (a pesar de su compromiso antigal y rojo), y que estuvo ligado a la política… pues que a esta persona se le conceda el título de héroe y abanderado de la democracia no se puede admitir.