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Los jóvenes reivindican en el País Vasco
Si caminas en medio de cualquier protesta o manifestación en Euskal Herria, sea a favor de la independencia nacional, la justicia económica, los derechos de las mujeres, el euskara (idioma vasco), o asuntos ambientales inmediatamente te llamará la atención la edad de quienes participan. Si te reúnes con alguno de los organizadores de esas actividades o con las organizaciones que las apoyan, encontrarás la misma cosa. Si das un vistazo a las muchas fotografías de los presos políticos de ETA colocadas en los bares y cafés de cada ciudad y pueblo, de nuevo lo primero que viene a la mente es la edad de los hombres y mujeres presos por su deseo de libertad.
A través del País Vasco, los jóvenes están en el primer plano de la lucha por la igualdad, la justicia y la independencia. Los adolescentes y adultos jóvenes se movilizan por miles contra la opresión e injusticia del gobierno español. Con un énfasis en el activismo, la participación y la igualdad, su movimiento es más radical y más democrático que cualquier otro movimiento progresista en Europa. Organizando protestas políticas, confrontaciones con la policía y el ejército, actividades sociales y celebraciones culturales, los jóvenes vascos están estableciendo la agenda no sólo para el movimiento de izquierda patriótica (abertzale), sino para toda una generación de la sociedad vasca, quitándole el apoyo al nacionalismo conservador y brindándoselo a una Euskal Herria independiente y socialista.
La fuerza movilizadora del movimiento juvenil vasco descansa en dos factores. El primero es una cultura juvenil que en los años recientes ha cultivado una actitud de activismo y autonomía. En todo el país, la gente joven ha desarrollado una red de "Casas Juveniles" (gaztetxe), okupando viejos edificios abandonados y renovándolos. Estas Casas se han convertido en focos para un amplio espectro de actividades sociales y políticas, desde conciertos y tabernas hasta espacios de reunión para discusiones y conferencias. Las casas brindan un espacio autónomo para los jóvenes, donde pueden desarrollar tanto su propia cultura popular como sus ideas políticas. Las Casas Juveniles son establecidas, financiadas y gestionadas por y para los jóvenes, y son una reivindicación de la habilidad y creatividad de los jóvenes cuando se les deja a su propia voluntad.
Las casas también contienen una red de Radios Libres. También manejadas y financiadas de manera independiente, las Radios Libres le brindan a los jóvenes una voz y un espacio donde la música, la política y las preocupaciones sociales alternativas --usualmente excluidas de los medios masivos-- pueden ser escuchadas. Jóvenes de todas las edades, desde los 15 años, participan, presentando y produciendo programas, y aprendiendo habilidades valiosas en el proceso.
Junto a las Casas Juveniles existe una serie de Tabernas (herriko taberna). Estos cafés/bares/restaurantes le brindan a los jóvenes vascos una serie de espacios sociales y de encuentro donde pueden discutir y planear su trabajo y mezclarse con gente de otras organizaciones y otras generaciones. El observador puede sorprenderse por la mezcla de edades en las Tabernas. No hay límite de edades y gente desde 15 hasta 50 años se sienta, habla y bebe junta.
En su conjunto, las Casas Juveniles, las Radios Libres y las Tabernas brindan un foro para otro elemento de la cultura joven: el Rock Radical. En los años recientes una multitud de grupos nuevos han surgido en todo el País Vasco. Alguna de la música es abiertamente política, acerca de la violencia de los estados español y francés, o sobre la condición de los presos políticos. Otras canciones no son tan políticas, y tratan sobre las preocupaciones de los jóvenes por la adicción a la heroína, la sexualidad, la educación, el euskara, la cultura del consumo, las peleas callejeras, las relaciones personales, y por supuesto, el amor. El Rock Radical es la voz de los jóvenes vascos y al mismo tiempo una forma de educación. Si entras a cualquier bar o club en la noche de un fin de semana, verás a cientos de jóvenes patriotas vascos coreando una música cuyo estilo y contenido es atrevido, progresista y creativo.
Lo que más impacta acerca de la política de la juventud vasca es la manera en la cual ha combinado acertadamente la cultura popular con la política radical. Estar involucrado en la Casa Juvenil local o con la Radio Libre, o ser miembro de una banda de Rock radical, no significa automáticamente apoyar a ETA o Herri Batasuna (HB), pero existe una sensibilidad general que reconoce que la dirección del entorno político es idéntica a la del ambiente cultural. La misma policía y los mismos gobiernos español y vasco que asesinan militantes de ETA y arrestan activistas políticos de HB atacan las Casas Juveniles, presentan leyes para censurar las Radios y condenan el Rock radical. Ambos colectivos reconocen un enemigo común y desean un futuro común libre de opresión y desigualdad.
La segunda fuerza detrás de la movilización juvenil vasca, y posiblemente la más importante, es una organización llamada Jarrai. Establecida hace más de 15 años, Jarrai es el ala juvenil del Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Por combinar el apoyo abierto a ETA y HB con una agenda anual bastante agitada, Jarrai es vista generalmente como una de las secciones más importante del movimiento patriótico. Tiene la habilidad de movilizar a miles de jóvenes en todo el País Vasco, y juega un papel vital en la politización de toda una generación de jóvenes vascos, brindándole al resto del movimiento un flujo continuo de activistas educados, motivados y experimentados que aseguran la fuerza y la vitalidad del izquierdismo abertzale hasta bien entrado el próximo siglo.
Hablando con An Phoblacht uno de los activistas claves, Jon Salaberria, describe a Jarrai como una "escuela de militantes políticos". Discutiendo la historia y el desarrollo de Jarrai a través de los años, habla de una organización que nunca ha temido examinarse críticamente a sí misma, encontrar sus defectos y adaptarse a las circunstancias cambiantes que la rodean. De hecho, esta habilidad es probablemente lo que ha hecho de Jarrai un grupo tan fuerte.
Jarrai es activa tanto en el ámbito nacional como en el local. En la mayoría de los pueblos y distritos de las grandes ciudades, los grupos de Jarrai le dan una orientación política a los jóvenes. Organizando manifestaciones políticas, charlas educativas y eventos sociales, mantienen y expanden la base de apoyo del movimiento de izquierda abertzale. Nacionalmente, Jarrai también organiza una serie de eventos impresionantes.
Este año mucho de su trabajo fue para la Mendi Martxa, una caminata y campamento de tres días en las montañas. Más de 3,000 jóvenes participaron en el evento que tuvo lugar en marzo. Los propósitos del evento son tres: 1) reunir jóvenes de todo el País Vasco para discutir asuntos importantes, y establecer contactos sociales y de trabajo para el futuro; 2) reunificar simbólicamente el País Vasco cruzando todas las fronteras impuestas por España y Francia; y 3) crear un espacio donde la educación política y la cultura juvenil puedan mezclarse para educar y politizar a tantos jóvenes vascos como sea posible. Marchar por las montañas con tantos activistas políticos jóvenes fue una sensación verdaderamente asombrosa. Durante tres días fuimos completamente independientes de la policía, del gobierno, y de la cultura de consumo y apatía que en toda Europa trata de apaciguar cada vez a más jóvenes. La Mendi Martxa fue más que un simple evento, fue poner la esperanza en el movimiento de izquierda abertzale y en la sociedad vasca en su conjunto.
Podemos ver muchas diferencias en el contexto político y cultural del País Vasco al compararlo con Irlanda. Tiene sus propias fortalezas y debilidades, sus propias particularidades y especificidades. Sin embargo hay muchas cosas para aprender, tanto para los jóvenes irlandeses como para el movimiento republicano en general. Euskal Herria es un país que en su voluntad de adaptarse y crecer, mira continuamente más allá de sí misma en busca de nuevas ideas y experiencias. Esta adaptabilidad e internacionalismo han contribuido mucho a la fuerza de su movimiento juvenil. Aquí en Irlanda y particularmente en los círculos republicanos muchas veces no estamos dispuestos a aprender de otros.
Sin embargo, la clara diferencia entre el estado de la juventud independentista vasca y la juventud republicana irlandesa es un signo claro de la importancia de mirar más de cerca lo que está pasando en el País Vasco, para adaptar y cambiar nosotros y desarrollar nuestro movimiento para que sea más fuerte y más vital. Si hay una lección que aprender de la experiencia vasca es que la única gente que puede crear dicho movimiento son los mismos jóvenes. Dennos el espacio para hacerlo y lo haremos con capacidad, creatividad, determinación y éxito. Como dicen los vascos, "Gazteria etorkizuna da!" o en castellano "Los jóvenes son nuestro futuro!".
Articulo de An Phoblacht Republican News
(Red Vasca Roja)
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