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Marcos acepta el desafio de Garzón
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Gara. 10/12/02.- En Lanzarote. Entre el 3 y
el 10 del próximo abril. Con una cumbre paralela sobre la situación
en Euskal Herria. Estas son algunasde las condiciones «no negociables»
que fija el subcomandante Marcos para aceptar, «como mandan las
leyes de la caballería», el desafío lanzado por
el juez Baltasar Garzón.
El diario "La Jornada" publicaba en su edición digital
de ayer cinco comunicados remitidos «desde las montañas
del Sureste mexicano» por el subcomandante insurgente Marcos.
La primera de esas misivas, que resume el conjunto de sus propuestas,
está dirigida al juez Baltasar Garzón, y es un nuevo capítulo
del intercambio epistolar iniciado hace un par de semanas por Marcos,
quien, según explica ahora, hacía referencia a «la
lucha política vasca y no a la militar» con una calculada
ambigüedad para, precisamente, provocar este debate.
Tras tener conocimiento de aquella carta, en la que su imagen no salía
muy bien parada, el juez español respondió al subcomandante
zapatista a través del diario "El Universal", retándole
a discutir «cara a cara» y «sin disfraces».
En los comunicados publicados ayer por el citado rotativo mexicano
(en la dirección www.jornada.unam.mex), el guerrillero recoge
el guante lanzado por el magistrado y, en calidad de «caballero
retado» y siguiendo «las leyes de la andante caballería»,
impone cinco condiciones «no negociables» para celebrar
ese duelo que, en ningún caso, sería una mera entrevista
personal.
Como primer punto, Marcos fija fecha y lugar: la isla canaria de Lanzarote
(nombre, cabe recordar, de uno de los caballeros del rey Arturo), entre
los días 3 y 10 de abril. Como segundo punto, Garzón deberá
conseguir los correspondientes salvoconductos, tanto del Gobierno español
como del mexicano, para que «el caballero retado y seis de sus
escuderos puedan asistir al desafío y volver con bien a sus lares».
La tercera condición es que, «de forma paralela pero no
simultánea», en el mismo lugar del torneo se lleve a cabo
un «encuentro entre todos los actores políticos, sociales
y culturales de la problemática vasca que así lo deseen».
El tema a debate: «El País Vasco: caminos». En cuarto
lugar, Garzón, además de asistir a ese encuentro para
«hablar y escuchar», debe esforzarse en «convencer
al Gobierno español a que contribuya, con medidas de distensión,
a crear un ambiente propicio para el acto, y exhortarlo a que envíe
una delegación de nivel». Y el quinto punto hace referencia
a su propia presencia, señalando que asistiría al encuentro
sobre Euskal Herria «sólo a escuchar, porque el tema es
algo que compete sólo a la soberanía del pueblo vasco».
Además, el subcomandante solicita a ETA directamente en otro
de sus comunicados que declare «una tregua unilateral de
177 días», a iniciar «la madrugada del 24 de diciembre
de 2002». En su misiva dirigida a «la organización
político-militar vasca», Marcos, en nombre del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), indica, entre otras
cosas, que «consideramos justa y legítima la lucha del
pueblo vasco por su soberanía, pero esa noble causas, ni ninguna,
justifica que se sacrifique la vida de civiles».
Volviendo al desafío de Garzón, Marcos establece que
el ganador del debate será dilucidado por un jurado integrado
por siete personas: tres invitadas por el EZLN y cuatro nombradas por
el juez español.
«Si el señor Fernando Baltasar Garzón Real derrota
en buena lid al subcomandante insurgente Marcos, tiene derecho a desencapucharlo
una vez delante de quien le venga en gana», propone el retado.
Y en caso de que el juez fuera el derrotado, Marcos le insta a que
se comprometa a «asesorar jurídicamente» al EZLN
en las demandas internacionales para exigir el reconocimiento de los
derechos de los pueblos indígenas.
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