En una vasta operación ordenada de forma coordinada por los jueces Le Vert y Garzón, las policías española y francesa detuvieron ayer en diversas localidades de todo Euskal Herria a 34 ciudadanos vascos, a los que se acusa de distintos grados de implicación en ETA. Se trata de una operación que tiene precedentes en diversas actuaciones policiales calificadas como «preventivas» por el ministro de Interior español, y que, como en esas ocasiones anteriores, se basaría en datos de la documentación incautada en la detención de Ibon Fernández Iradi en diciembre del pasado año.

No es la primera ocasión en que las autoridades francesas detienen a ciudadanos vascos a requerimiento de las españolas, pero sí es la primera en que se da una acción policial conjunta y coordinada por jueces de ambos estados. Una circunstancia que el ministro Acebes ­que compareció sin su homólogo francés­ subrayaba al estilo del «contra el 'terrorismo' no hay fronteras» de Sharon tras atacar Siria, asegurando que operaciones de este tipo «serán una constante en España y fuera de España». Precisamente, en ese clima internacional de «guerra preventiva contra el terrorismo» se ampara el PP para sus actuaciones contra ciudadanos vascos, con las que, además de procurarse una imagen de supuesta eficacia policial ­objetivo propagandístico que logrará, aunque gran parte de los detenidos no entraran en prisión­, lanzan su particular mensaje a todo aquel que participe de anhelos soberanistas en Euskal Herria, para que sepan que nada es posible fuera de los parámetros que Madrid impone.

En las operaciones «preventivas» anteriores a ésta, ligadas por las informaciones del Ministerio de Interior español, se vieron implicadas 33 personas (23 detenidas y 10 que eran buscadas y se presentron voluntariamente ante la Audiencia Nacional). De ellas, 18 no llegaron a ingresar en prisión. Una parte de los detenidos (algunos de los no encarcelados, entre ellos) denunciaron haber sido objeto de malos tratos y torturas en dependencias policiales. El relator de Naciones Unidas sobre la tortura, Theo Van Boven, que se encuentra en Euskal Herria investigando las denuncias de tortura que ha recibido, tiene la oportunidad de comprobar in situ los mecanismos judiciales y policiales que utilizan los estados español y francés contra la ciudadanía vasca y, seguramente, entenderá mejor la razón de que lleguen a sus manos tantos relatos de torturas desde un estado teóricamente «democrático».

09/10/03

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