Que la mayoría aprobara el apartheid no lo hizo democrático

Ikusmira - Gara

El debate y votación en el Congreso español de las enmiendas a la totalidad de la ley de partidos transcurrió por el camino previsto. A nadie se le oculta que la ilegalización de Batasuna cuenta con un amplísimo apoyo en las Cortes. También el Partido Nacional Afrikaner de Daniel Francois Malan tuvo un importante apoyo en el Parlamento de Sudáfrica para imponer el apartheid. De hecho, el que incluyera la propuesta de segregación en su programa electoral fue uno de los motivos por los que venció en los comicios del 26 de mayo de 1948. Pero eso no hace que el apartheid sea democrático. Porque la inmensa mayoría de la población afectada, es decir, ese 85% de población no blanca de Sudáfrica, estaba en contra. Pero su voto no contaba. Salvando las distancias, algo similar ocurre en este caso.

La mayoría de la población que se va a ver directamente afectada en sus instituciones y en su convivencia diaria por esta decisión está en contra de la ilegalización de Batasuna. Pero su voto apenas cuenta. En cualquier caso, suprimir derechos básicos, atacar libertades internacionalmente reconocidas, perseguir las ideas, no pasa a ser democrático porque lo apoye una mayoría. También Hitler llegó al poder por las urnas.

 
         
   
 

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