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La guerra de la información
x Hakim Bey
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La humanidad siempre ha invertido fuertemente en
cualquier esquema que ofrezca el escape del cuerpo. ¿ Y porqué
no ? La realidad material está tan estropeada. Algunos de los artefactos
"religiosos" más tempranos, como los entierros ocres
del Neandertal, ya sugieren una creencia en la inmortalidad. Todas las
religiones modernas (ej. post-paleolíticas) contienen la "huella
Gnóstica" de desconfianza o abierta hostilidad hacia el cuerpo
y el mundo "creado". Tribus "primitivas" contemporáneas,
e incluso campesinos paganos, tienen un concepto de la inmortalidad y
del salir-del-cuerpo (ec-stásis) sin exhibir necesariamente algún
odio excesivo hacia el cuerpo.
El trazo Gnóstico se va acumulando muy gradualmente
(como el envenenamiento por mercurio) hasta pasar a ser patológico.
El dualismo Gnóstico es un ejemplo de esta posición extrema
de repudio al desplazar todo valor desde el cuerpo hacia el "espíritu".
Esta idea caracteriza lo que llamamos "civilización".
Se puede trazar una trayectoria similar en el fenómeno de la "guerra".
Los cazadores/recolectores practicaban ( y lo siguen haciendo, como entre
los Yanomamo) una especie de disputa ritualizada (recuerde la costumbre
del "golpe contado"de los Indios Plain). La "Verdadera"
guerra es una continuación de la religión y la economía
por otros medios, y por lo tanto sólo se inicia históricamente
con la creación sacerdotal de la "escasez"(falta) en
el Neolítico, y el nacimiento de una "casta guerrera".
(rechazo categóricamente la teoría de que la guerra es una
prolongación de la caza.) La Segunda Guerra Mundial parece haber
sido la última "verdadera" guerra. La guerra híperreal
comenzó en Vietnam, con el involucramiento de la televisión,
y más recientemente alcanzó un obsceno despliegue total
en la "Guerra del Golfo". La guerra Híperreal deja de
ser "económica", la "salud del estado". La
disputa ritual es voluntaria y no-jerárquica (los jefes de guerra
siempre son temporales) ; la guerra verdadera es compulsoria y jerárquica
; la guerra híperreal es imáginal e interiorizada psicológicamente
("Guerra Pura"). En la primera el cuerpo es arriesgado ; en
la segunda, el cuerpo es sacrificado ; en la tercera, el cuerpo ha desaparecido.(ver
P. Clastres:Arqueología de la Violencia).
También la ciencia moderna incorpora un sesgamiento anti-materialista,
el resultado dialéctico de su guerra en contra de la Religión
- y de alguna manera se ha convertido en Religión. La ciencia como
el conocimiento de la realidad material descompone, paradójicamente,
la materialidad de lo real. La ciencia siempre ha sido una especie de
práctica sacerdotal (priestcraft), un brazo de la cosmología;
y una ideología, una justificación de "cómo
son las cosas". En la física post- clásica, la deconstrucción
de lo "real" pasa a reflejar el vacío irreal que constituye
el "Estado". Alguna vez la imágen del "Cielo Sobre
la Tierra", el Estado hoy no consiste en más que el manejamiento
de imágenes. Deja de ser una "fuerza", y pasa a ser un
un modelo incorpóreo de información. Pero tal como la cosmología
Babilónica justificaba el poder Babilónico, también
la "finalidad" de la ciencia moderna sirve a los objetivos del
Estado Terminal, el estado post- nuclear, el "estado de la información".
O al menos así lo quisiera el Nuevo Paradigma. Y "todos"
aceptan las premisas axiomáticas del nuevo paradigma. El nuevo
patrón es muy espiritual. Incluso el New Age, con sus tendencias
Gnósticas, abraza la Nueva Ciencia y su creciente carácter
etéreo como fuente de base para su visión espiritual del
mundo.
La meditación y la cibernetica están íntimamente
relacionados. Claro que el "estado de la información"
requiere del apoyo de una fuerza policial y un sistema carcelario que
hubiera sorprendido a Nabucodonosor y reducido a todos los sacerdotes
de Moloch a paroxismos de estupefacción. Y la ciencia moderna aún
no puede sacudirse su complicidad en la casi exitosa "conquista de
la naturaleza". El triunfo de la civilización sobre el cuerpo.
Pero a quién le importa? Todo es "relativo", no? Supongo
que tendremos que "evolucionar" más allá del cuerpo.
Quizá podamos hacerlo en un "salto cuántico".
Mientras tanto la mediación excesiva de lo Social, la que se lleva
a cabo a través de la maquinaria de los Medios, aumenta la intensidad
de nuestra alienación del cuerpo al dirijir el flujo de atención
hacia la información en vez de la experiencia directa. En este
sentido los Medios cumplen un rol religioso/sacerdotal, pareciendo ofrecernos
un camino fuera del cuerpo al re-definir el espíritu- como-información.
La esencia de la información es la Imágen, el complejo de
datos icónico y sacro que usurpa la primacía del "principio
material-corporal" como vehículo de la encarnación,
reemplazándolo con un éxtasis descarnado que existe más
allá de la corrupción.
La Conciencia se presenta como algo que puede ser "bajado"
(downloaded), extirpado de la matriz de la animalidad e inmortalizado
como información. Ya no como "fantasma en la máquina",
sino máquina-como-fantasma, máquina como Espíritu
Santo, úlitmo mediador, la que nos trasladará desde nuestro
cuerpo efímero hacia un pléroma de Luz. La Realidad Virtual
como CiberGnósis. Enchúfate, deja atrás para siempre
la Madre Tierra. Toda ciencia propone una universalidad paradigmática
- y como en la ciencia, tambien en lo ssocial. La física clásica
jugó de patrona del Capitalismo, Comunismo, Fascismo y otras ideologías
Modernas. La ciencia post-clásica tambien propone un conjunto de
ideas destinadas a aplicarse a lo social: Relatividad," irrealidad"
cuántica, cibernética, teoría de la información,
etc. Salvo algunas excepciones, la tendencia post-clásica tiende
hacia una etérealización aún más grande. Algunos
proponentes de la teoría de Agujeros Negros, por ejemplo, hablan
como castos teólogos Paulinos , mientras que algunos de los teóricos
de la información empiezan a parecer Maniqueístas virtuales.
A nivel de lo social, estos paradigmas dan forma a una retórica
de descorpóreización bastante dignos de un monje desértico
del siglo tres, o de un Puritano de Nueva Inglaterra del siglo 17 - pero
expresado en un lenguaje post-Industial, posmoderno, "sientete bien"
de fiebre consumidora. Nuestras conversaciones estan infectadas con ciertas
suposiciones paradigmáticas que no son más que francas aserciones,
pero que tomamos como la verdadera materia constituyente de la Realidad.
Por ejemplo, desde que asumimos que los computadores representan un verdadero
paso adelante hacia la "inteligencia artificial", también
asumimos que comprar uno nos hace más inteligentes. En mi terreno
en particular, he conocido a una docena de escritores que creen sinceramente
que tener un PC los ha hecho mejores (no "más eficientes",
sino mejores) escritores. Esto da risa - pero el mismo sentimiento acerca
del computador aplicado a un presupuesto militar de trillones de dólares
da como resultado "StarWars", robots asesinos, etc. (ver Manuel
de Landa: War in the Age of Intelligent Machines, acerca de la inteligencia
artificial y armas modernas) Una parte importante en esta retórica
incluye el concepto de una "economía de la información".
El mundo post-Industrial, se piensa, está pariendo esta nueva economía.
Uno de los ejemplos más claros del concepto pueden encontrarse
en un libro reciente de un hombre que es un Libertario, el Obispo de la
Iglesia Gnóstica Dualista en California, y un escritor culto y
respetado de la revista Gnosis:
La industria de la fase pasada de la civilización (llamada
a veces "baja tecnología") era de gran industria, y
grandeza siempre implica opresión. La nueva alta tecnología,
sin embargo, no es grande de la misma manera. Mientras que la vieja
tecnología producía y distribuía recursos materiales,
la nueva tecnología produce y disemina información. Los
recursos marketeados en la alta tecnología tratan menos de materia
y más de la mente. Bajo el impacto de la alta tecnología,
el mundo se mueve crecientemente desde una economía física
hacia lo que podría llamarse una "economía metafísica".
Estamos en un proceso de reconocer que no son las materias primas ni
recursos físicos los que constituyen riquezas, sino la conciencia.
El neo-Gnosticismo moderno generalmente deja el viejo ataque Maniqueísta
sobre el cuerpo por una retórica más "tierna y verde".
El Obispo Hoeller, por ejemplo, subraya la importancia de la ecología
y el medio ambiente (porque no queremos "ensuciar nuestro nido",
la Tierra) - pero en su capítulo acerca de la espiritualidad de
los indios Americanos Nativos, da a entender que un culto de la Tierra
es claramente inferior al puro espíritu Gnóstico de lo incorpóreo:
Pero no debemos olvidar que el nido no es lo mismo que el pájaro.
Las tradiciones exotéricas y esotéricas declaran que la
Tierra no es el único hogar para el ser humano, que no crecimos
como malezas desde el suelo. Mientras nuestros cuerpos desde luego pudieron
haber originado sobre esta tierra, nuestra esencia interna no. Pensar
de otra forma nos excluye de todas las tradiciones espirituales conocidas
y nos separa de la sabiduría de los profetas y sabios de todas
las épocas. Aunque sabios a su manera, los Americanos Nativos
tienen poca conexión con este rico legado espiritual.
En tales términos, (el cuerpo=lo"salvaje"), el odio
y desprecio del obispo hacia la carne ilumina cada página de su
libro. En su entusiasmo por una economía verdaderamente religiosa,
olvida que uno no puede comer "información". La "verdadera
riqueza" no podrá ser inmaterial hasta que la humanidad logre
la éterealización de la conciencia "bajada".La
información en la forma de cultura puede llamarse riqueza metafóricamente
porque es útil y deseable - pero nunca podrá ser riqueza
dde la misma forma básica que hace que las ostras y la crema, o
el trigo y el agua, sean riqueza en sí mismas. Información
siempre sólo es información acerca de algo. Como el dinero,
información no es la cosa en sí. A través del tiempo
podemos llegar a considerar el dinero como riqueza (prosperidad) (como
en un encantador rito Taoista que se refiere al "Agua y Dinero"
como los dos principios más vitales del universo), pero en verdad
esto es sólo un burdo pensamiento abstracto. Ha dejado llevar su
foco de atención desde el pan hacia la moneda que simboliza el
pan. De hecho, hemos tenido una "economía de la información"
desde que inventamos el dinero.
Pero aún no hemos aprendido a dijerir el cobre. La crudeza Aesopiana
de estos truismos me avergüenza, pero me siento obligado a jugar
al estúpido patán-arando-con-carril- chueco cuando todos
los pensadores derechos alrededor mío parecen estar alúcinando.
Americanos y otros tipos del "Primer Mundo" parecen particularmente
suceptibles a la retórica de la "economía metafísica",
porque ya no podemos ver (o sentir, oler) alrededor nuestro mucha evidencia
de un mundo físico.
Nuestra arquítectura ha pasado a ser simbólica, nos hemos
encerrado en manifestaciones del pensamiento abstracto (autos, apartamentos,
oficinas, colegios), trabajamos en "servicios" o trabajos relacionados
con información, ayudando en forma pequeña a mover símbolos
incorpóreos de riqueza por una grilla abstracta de Capital, y nos
recreamos inundados de Medios en lugar de la experiencia directa de Realidad
material. El mundo material ha pasado a símbolizar catástrofe
para nosotros, como en nuestra reacción increíblemente histérica
hacia las tormentas y húracanes (prueba de que hemos fallado enteramente
en nuestra "conquista de la naturaleza"), o en el miedo neo-puritano
de la "otredad" sexual, o nuestro gusto por la comida casi abstracta,
desabrida y desnaturalizada. Y sin embargo, esta economía de Primer
Mundo no es autosuficiente. Por su posición (en lo alto de la pirámide),
depende de una vasta sub-estructura de producción material a la
antigua. Trabajadores agrícolas Mexicanos nos crecen y empacan
toda esa comida "Natural" para que podamos dedicar nuestro tiempo
a las acciones, seguros, leyes, computadores, juegos de video. Peones
en Taiwan fabrican los silicon-chips para nuestros PCs. Cabezas de toalla
en el Medio Oriente sufren y mueren por nuestros pecados. ¿Vida?
Oh, nuestros sirvientes hacen eso por nosotros. No tenemos vida, sino
"estilo de vida"- una abstracción de la vida, bsasada
en el sagrado simbolismo de la Comodidad, mediada por el sacerdocio de
las estrellas, esas abstracciones "más grandes que la vida"
que regulan nuestros valores y pueblan nuestros sueños- los mediárquetipos;
o quizá mediarcos sería un mejor termino.
Claro que esta distopía Baudrillardiana no existe de verdad -
aún. Es sorprendente notar, sin embargo, cuantos radicales sociales
la consideran un fin deseable, por lo menos mientras se llame "Revolución
Informática" o algo igualmente inspirador. Izquierdistas hablan
de apropiarse de los medios de información-producción de
los monopolios de datos. En verdad, la información está
en todas partes- incluso se puede construir una bomba atómica basada
en planos conseguibles en bibliotecas públicas. Como indica Noam
Chomsky, uno siempre puede acceder a la información- siempre que
se disponga de un ingreso personal y de un fanaticismo lindando la locura.
Las universidades y los Think-Tanks (grupos de analistas que determinan
políticas econo/sociales/etc. gubernamentales) hacen esfuerzos
patéticos por monopolizar la información- ellos tambien
están fascinados con la noción de una economía de
la información- pero sus conspiraciones son risibles. La información
no siempre estará "libre", pero hay bastante más
disponible que lo que una sóla persona posiblemente pueda usar.
Libros sobre cualquier materia concebible aún pueden encontrarse
vía prestamo interbibliotecario. Mientras tanto, alguien todavía
tiene que comer peras y usar zapatos. El cuerpo sigue siendo la base de
la ríqueza. La idea de las Imágenes como riqueza es una
ilusión espectacular. Incluso una crítica radical de la
"información" puede dar paso a una sobre-valoración
de los datos y la abstracción. En un número reciente de
un 'zine pro-situ de Inglaterra llamado No, el siguiente mensaje estaba
rayado desordenadamente en la contraportada:
En el momento en que lees estas palabras, la Era de la Información
estalla... alrededor y dentro de ti - con los Misíles de la Desinformación
y las bombas Propagandísticas de la Guerra Informativa total.
Tradicionalmente, la guerra se ha librado por la ganancia económica/territorial.
Las guerras de la Información se pelean por el territorio nativo
a la Edad de la Información, ej: la mente humana... Es en particular
la facultad de la imaginación la que está en peligro directo
de extinción a causa de la sobrecarga multi-mediática...
PELIGRO- TU IMAGINACIÓN PUEDE NO SER LA TUYA...Cuando una cultura
se torna sofisticada, ahonda su dependencia en las imágenes,
íconos y símbolos como una manera de autodefinirse y comunicarse
con otras culturas. Al flotar la mezcla acumulada de imágenes
en el psíque colectivo, ciertos íconos isomórficos
se unen para producir y proyectar una "ilusión" de
la realidad. Modas, tendencias artisticas. YA CONOCES LA HISTORIA. "Puedo
tomar sus imágenes como reales porque creo en la realidad de
sus imágenes (su imágen de la realidad)". QUIEN CONTROLA
LA METÁFORA GOBIERNA LA MENTE. Las condiciones de saturación
total están lentamente realizándose - una parálisis
progresiva - desde la trivialización del conocimiento específico/técnico
hasta la especialización de la Trivia. La GUERRA DE LA INFORMACIÓN
es una guerra que no podemos perder. El resultado es inimaginable.
Simpatízo bastante con la crítica a los medios que hace
el autor acá , pero tambien siento que se ha propuesto una demonización
de la "información" que no consiste en más que
la imágen opuesta de la "información-como-salvación".
Nuevamente la visión de Baudrillard de un Universo Commtech es
evocada, pero esta vez como el Infierno en lugar del Más Allá
Gnóstico. El Reverendo Hoeller quiere a todos enchufados y bajados
- el discurso anónimo post-situacionista quiere que destrozes tu
televisor - pero ambos creen en el poder místico de la información.
Uno propone la pax tecnológica, el otro declara la "guerra".
Ambos exudan una especie de visión Maniqueísta del Bien
y el Mal, pero no pueden ponerse de acuerdo en cuál es cuál.
El crítico teórico nada en un océano de hechos. Nos
gusta imaginarlo como nuestro maquis, siendo nosotros los "guerrilleros
ontológicos" del plano de datos. Desde el siglo 19 las siempre
mutantes "ciencias sociales" han desenterrado una vasta horda
de información sobre todo, desde chámanismo hasta semiótica.
Cada "descubrimiento" retroalimenta la "ciencia social"
y la cambia. Vagamos. Buscamos hechos poéticos, datos que intensifiquen
y cambien nuestra experiencia de lo real. Inventamos "ciencias"
híbridas como herramientas para este proceso: etnofarmacología,
etnohistoria, estudios cognitivos, historia de las ideas, antropología
subjetiva (poética antropológica o etnopoética),
"epístemología dadá", etc. Miramos todo
este conocimiento no como "bueno" en sí mismo, sino valioso
en la medida que nos ayude a construir o aprehender nuestra felicidad.
En este sentido sí sabemos de la "información como
ríqueza"; sin embargo seguimos deseando la ríqueza
en si, y no sólo su representación abstracta como información.
Simultáneamente también sabemos de la "información
como guerra;" no obstante, no hemos decidido adoptar la ignorancia
sólo porque los "hechos" pueden usarse como un gas venenoso.
La ignorancia ni siquiera es una buena defensa, y mucho menos un arma
útil en esta guerra.
Tratamos ni de hacer un fetiche de ni demonizar la "información".
En cambio, tratamos de establecer una serie de valores según los
cuales la información se pueda medir y valorar. Nuestro estándar
en el proceso sólo puede ser el cuerpo. Según algunos místicos,
el espíritu y el cuerpo son "uno". Ciertamente el espíritu
ha perdido su solidez ontológica (desde Nietzsche, al menos), mientras
que el derecho del cuerpo sobre la "realidad" ha sido socavado
por la ciencia moderna hasta el punto de desaparecer en una nube de "energía
pura". Entonces ¿porqué no asumir que el espíritu
y el cuerpo son uno sólo, despues de todo, y que son los aspectos
gemelos (o díades) del mismo implícito e inexpresable real?
No hay cuerpo sin espíritu, no hay espíritu sin cuerpo.
los Dualistas Gnósticos están equivocados, y también
los vulgares "materialistas dialécticos". El cuerpo y
el espíritu juntos hacen vida. Si algún polo falta, el resultado
es la muerte. Obviamente estoy evitando cualquier definición estricta
del cuerpo y espíritu. Hablo de experiencias "empíricas"
diarias. Experimentamos el "espíritu" cuando soñamos
o creamos; experimentamos el "cuerpo" cuando comemos y cagamos
(o a lo mejor al reves); sentimos los dos al mismo tiempo cuando hacemos
el amor. No estoy proponiendo categorías metafísicas aquí.
Aún estamos derivando y estos son puntos ad-hoc de referencia,
nada más. No necesitamos ser místicos para proponer esta
versión de "una realidad". Sólo es necesario señalar
que ninguna otra realidad ha aparecido aún dentro del contexto
de nuestra experiencia conocida. Para todo propósito practico,
el "mundo" es "uno". Sin embargo, históricamente
la mitad "cuerpo" de esta unidad siempre ha recibido los insultos,
la mala prensa, la condena espiritual y la persecución económica
de la mitad "espíritu". Los representantes auto-designados
del espíritu han recibido la mayoría de los creditos en
la historia conocida, dejándole al cuerpo sólo una pre-historia
de desaparición primitiva, y algunos espasmos de futilidad insurreccionaria
fallida.
El espíritu ha dominado - en consecuencia apenas sabemos hablar
el lenguaje del cuerpo. Cuando usamos la palabra "información",
la materializamos porque siempre hemos materializado las abstracciones
- desde que Dios se nos apareció como un arbusto en llamas. (información
como la descorporeización catastrófica de la materia "bruta").
Nos gustaría proponer ahora la identificación del yo con
el cuerpo. No estamos negando que el "cuerpo tambien es espíritu",
pero deseamos restaurar en algo el balance de la ecuación histórica.
Consideramos a todo el odio del cuerpo y difamación de mundo como
nuestro "mal". Insistimos en el revival (y mutación)
de valores "paganos" en cuanto a la relación cuerpo-
espíritu. No sentimos gran entusiasmo por la "economía
de la información", porque la vemos como una nueva máscara
para el odio del cuerpo. No podemos realmente creer en la "guerra
de la información" , porque hipostatiza (objetiva) la información
pero la etiqueta de "maligna".
En este sentido, la "información" parecería ser
neutra. Pero desconfiamos tambien de esta tercera posición, por
ser una salida tibia y un fracaso como visión teórica. Cada
"hecho" adquiere distintos significados a medida que lo pasamos
por nuestro prisma dialéctico y estudiamos sus brillos y sombras.
El "hecho" nunca está inerte o "neutro", pero
puede ser tanto "bueno" como "malo" (o más
allá de ellos) en un sinnúmero de variaciones y combinaciones.
Somos nosotros, finalmente, los artistas de este discurso inmensurable.
Creamos valores. Lo hacemos porque estamos vivos. La información
es un desorden tan grande como el mundo material que refleja y transforma.
Abrazamos la confusión, toda ella. Todo es vida. Pero dentro del
vasto caos de lo vivo, cierta información y ciertas cosas materiales
empiezan a conglutinarse en una poética o una forma-de-saber o
una forma-de-actuar. Se pueden sacar ciertas "conclusiones",
siempre que no las colmemos de elogios y las situemos sobre altares. Ni
"información" o siquiera un sólo "hecho"
constituyen algo en sí mismos. La sola palabra "información"
implica una ideología, o más bien un paradigma, enraízado
en el miedo inconciente al "silencio" de la materia y del universo.
"Información" es un substituto de la certeza, un fetiche
restante de la dogmática, un super-sitio, un espectro. Los "hechos
poéticos" no son asimilables a la doctrina de la "información".
"Saber es ser libre" sólo es cierto cuando la libertad
se entiende como una técnica psicocinética. La "información"
es un caos; el conocimiento es el ordenamiento espontáneo de ese
caos; libertad es surfear la ola de esa espontáneidad. Estas conclusiones
tentativas constituyen el suelo cambiante y pantanoso de nuestra "teoría".
El TAZ (zona temporal autónoma) quiere a toda la información
y todo el placer corporal en una grande y compleja confusión de
dulces datos y dulces fechas - hechos y fiestas - sabiduría y ríqueza.
Essta es nuestra economía - y nuestra guerra.
HAKIM BEY
Hakim Bey es más conocido por sus publicaciones en 'zines,
recolectadas bajo el título de T.A.Z., The Temporary Autonomous
Zone, disponible en "Nonlocal" publicación electrónica
que antecedió a "Momentocrítico).
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