Periodista británica en Siria: "Los Cascos Blancos trabajaban como terroristas"
La periodista británica Vanessa Beeley ha realizado una investigación sobre los Cascos Blancos, sus vínculos con los grandes medios occidentales y cómo estos frecuentemente citan a esta organización como fuente fiable a la hora de hablar de supuestos ataques químicos y bombardeos del Gobierno sirio contra la población civil.
Beeley ha explicado a RT que, pese a las constantes acusaciones independientes que aparecen en contra de los Cascos Blancos, se les protege y nunca son investigados: "Lo que hay de extraordinario con este grupo es que existe un gran número de acusaciones en su contra, particularmente del pueblo sirio. Así que hay que hacerse la pregunta de por qué esta organización recibe tanta protección. No vemos que se haga un documental sobre la Cruz Roja y luego reciba un Óscar".
La periodista señala que, según varios testimonios de civiles sirios, los miembros de esta organización actúan como terroristas, aunque se les suele presentar como rescatistas: "Lo que vemos con los Cascos Blancos es una organización que, según la presenta [su fundador, el exoficial de la Inteligencia británica] James Le Mesurier, es una de las más creíbles en el mundo entero. Como rescatistas o bomberos, no es una organización que genere desconfianza a primera vista. Hay testimonios sirios que decían que se sentían reconfortados por su aparición y cuando se dieron cuenta de que los Cascos Blancos trabajaban como terroristas, se horrorizaron."
El supuesto ataque químico en Jan Sheijun fue fabricado por los terroristas
"La mayoría de los grandes medios de comunicación defiende a los Cascos blancos porque ellos no son más que escenógrafos para la política exterior de sus Estados", denuncia Beeley.
La investigación de la periodista británica revela que esto se debe a que el grupo tiene un vínculo directo con varios medios occidentales.
"Cuando hice una investigación sobre el documental de los últimos hombres en Alepo de los Cascos Blancos, descubrí que la organización que estaba detrás de su promoción tenía vínculos con Channel 4, la BBC y The Guardian, que son los mayores grupos de presión a favor de esta organización".