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A los progresistas vascos y españoles
Alizia Stürtze, publicado en EUSKADI INFORMACION el 5 de septiembre de 1998

El momento es importante y no sólo para Euskal Herria. Los partidos entreguistas como el PNV o el PCE que, por intereses diferentes y desde luego no muy edificantes, decidieron engañar a sus bases y apostar por la Constitución y el Estatuto se ven ahora, tras 20 años, con el camino prácticamente cortado por quienes, con su inestimable ayuda, dieron solución de continuidad al franquismo, es decir, por el PP y el PSOE. Incluso entre ciertos sectores conformistas, la desilusión es palpable. Por eso, no se puede sino apoyar la decisión del MLNV de tomar la iniciativa y generar una práctica política ilusionante, creadora y no excluyente que sepa ser nuevamente de Unidad Popular y llegar a todas esas parcelas importantísimas y diversas de disconformes con el sistema. Por eso también, para podernos enfrentar al sistema corrupto con suficiente capacidad de maniobrabilidad, es importante el día de las elecciones movilizar no sólo el voto de nuestra maravillosa base incorruptible, sino el de toda esa abstención consciente, de toda esa juventud antisistema, de todos esos parados, subempleados y mujeres marginados, incluso el de esos sectores reformistas pero preocupados por la política agresivamente españolista y antieuskaldun emprendida por el PP y que en tantos puntos recuerda a la de la CEDA anterior a la guerra civil.

En esta coyuntura y en torno al eje central de reconstrucción nacional, el trabajo ideológico es básico para recuperar ciertas verdades de Perogrullo (la existencia de clases, el Estado como monopolizador de la violencia clasista, la diferencia cualitativa entre grannacionalismo español y nacionalismos resistentes vasco, gallego, catalán...) y para desactivar políticamente esa aberración ideológica que es la supuesta división de la sociedad en demócratas y violentos (vaqueros buenos contra indios malos) que de tan gran utilidad les está siendo al sistema postfranquista para anular todo tipo de movimiento popular, satanizar cualquier forma de oposición y apuntalar así la idea del peligroso y potentísimo enemigo interno, que le permite avanzar sin trabas en el fortalecimiento de la fascistización del aparato del Estado y en la fusión entre aparato represivo y judicial, cuya primera vergonzante muestra fue el famoso Ministerio bicéfalo de Interior y Justicia del inefable Belloch.

El PSOE, con la desgraciada colaboración del PCE de Carrillo y de los medios, le hizo a la derecha de siempre todo el trabajo sucio, potenció y apuntaló la interiorización popular de esa dicotomía demócratas/violentos, destruyó todo el lenguaje y toda referencia de izquierdas y ahora nos encontramos con un Gobierno neofranquista que en absoluto tiene necesidad de maquillar lo que es.

La revista ¨Política Exterior¨, en su número de julio-agosto, publica un artículo de Mayor Oreja titulado ¨Terrorismo, crimen organizado y política de seguridad¨ que es la base de la ponencia presentada en mayo por el Ministerio de Interior ante la Comisión de Asuntos Civiles de la OTAN y cuyas sugerencias para combatir ¨la modalidad más peligrosa de la delincuencia organizada que es el terrorismo¨ no se pueden calificar sino de neofascistas y coinciden exactamente con la política actual del PP: manipulación de la población a través de los medios para lograr ¨un amplio apoyo social contra el terrorismo¨, es decir, la colaboración entre Policía y ciudadanos (community policing, idea del ¨policía protector¨...), apoyo social pleno al poder judicial, marginación de todo lo que se salga del pensamiento único impuesto...; búsqueda del consenso de la mayoría de las fuerzas políticas para que apoyen mecanismos jurídicos y políticos que impidan que ¨las organizaciones terroristas eludan la acción de la justicia¨, es decir, para que hagan la vista gorda ante una aplicación totalmente inquisitorial e ¨irregular¨ de la ley; lucha contra la ¨penetración institucional y social del crimen organizado¨ lo que no significa en la práctica sino criminalización de toda forma de oposición real, prohibiendo su participación legal y pacífica en su supuesto sistema democrático.

No tenemos noticias de que a Mayor Oreja le tiraran piedras en la Alianza Atlántica cuando leyó esta ponencia tan antidemocrática y es que su discurso entra dentro de las líneas políticas y jurídicas generales de la OTAN y el Tratado de Maastricht cuyas reformas, con la excusa de combatir al ¨crimen organizado¨, buscan en realidad controlar y acabar con toda forma de resistencia política organizada y de masas. No es casualidad que la misma relación que el Gobierno español está empeñado en establecer entre el MLNV y el crimen organizado (tráfico de droga y de armamento, blanqueo de dinero...) la estén intentando demostrar magistrados europeos con respecto al PKK, punta de lanza de la lucha contra el régimen fascista turco. Centralización de la información, bancos de datos, técnicas de infiltración y escucha telefónica de personas inocentes, detalles de la vida profesional e íntima de cualquier resistente, archivos fotográficos de cuantos participamos en manifestaciones y mítines... control total de la sociedad siguiendo la doctrina antisubversiva que el experto en lucha contra los movimientos de masas y el IRA Kitson desarrolla en su libro ¨Low Intensity Operations¨ en el que propone una fusión de Policía y Justicia que permita el desarrollo de una estrategia de acogotamiento de cualquier forma de resistencia popular.

Que Mayor Oreja esté ¨en onda¨ con las líneas represivas táctico-estratégicas de sus jefes de la UE y de la OTAN no quiere sin embargo decir que a éstos les interese sin más su aplicación burda en Euskal Herria en la medida en que, por más que se empeñe el ministro en demostrarles lo contrario para conseguir su colaboración, el ¨problema vasco¨ es un problema interno del Estado español, que en absoluto amenaza la seguridad de la Alianza Atlántica¨ rompiendo sus lazos históricos e impidiendo la inmigración del Magreb, despilfarrar miles de millones en comprar tanques, aviones o trenes para alentar la cooperación franco-alemana y aplaudir salvajadas imperialistas estadounidenses como los bombardeos de Sudán y Afganistán para que luego les denieguen hasta las extradiciones que piden, como acaban de hacer jueces de Bélgica y de EEUU.

El frente españolista PP-PSOE o cualquier forma de cooperación con él en base a la falsa división demócratas contra violentos es no sólo una forma de ir contra la historia sino un modo de apuntalar una fascistización del Estado pensada para ir no sólo contra la resistencia abertzale sino contra cualquier forma de posible resistencia futura de la izquierda. Responsabilidad de todo progresista vasco o español es tomar conciencia de la importancia del momento y actuar en consecuencia, identificando como primer paso a su enemigo real que no se encuentra desde luego en el MLNV sino donde siempre ha estado: en las estructuras del sistema granespañolista que apoyan las grandes familias capitalistas de siempre, se llamen Ibarra o Botín.

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