|
|
|
|
|
Antiimperialismo y religión
x Alizia Stürtze - Historiadora
|
«Irak se ha convertido en un imán
para los terroristas islámicos de todo el mundo... decididos
a convertir el país en un infierno para los infieles norteamericanos
y sus aliados...». Islam, infiel, terrorista, fanático...
«Palabras-percha», de profundo poso xenófobo, son
las que repite la prensa occidental para intentar ocultar, deslegitimar
y desinformar sobre lo que es un hecho: que, frente a la salvaje invasión
de Irak, está habiendo una inesperada pero justa resistencia
antiimperialista; que esa resistencia, como la Intifada y parte de la
lucha en Oriente Medio contra la agresión imperialista angloamericana-israelí,
está impulsada por movimientos nacionalistas-religiosos, descalificados
aquí por «integristas» y que es urgente analizar
no sólo las causas históricas de la débil presencia
de la izquierda entre la combativa juventud árabe, sino también
el papel positivo que esos movimientos pueden estar jugando en la construcción
de un frente antiimperialista.
Convengamos en que, durante las millonarias y planetarias manifestaciones
contra la «guerra de Irak», una parte pequeña pero
también más consciente y menos manipulada, salió
a la calle, no ya movida por un genérico «no a la guerra»
que se ha disuelto como un azucarillo, sino con la idea de
que el objetivo era hacer frente al enemigo principal, el imperialismo
hegemónico yanki, y a su estrategia actual de utilizar a Irak
como campo de batalla inmediato para emprender una guerra de control
del mundo entero, socavar las bases del sistema de relaciones internacionales
y mantenerse y reforzarse en la guerra interimperialista frente a Europa
y Asia como única superpotencia.
Frente a la intensificación del asalto imperialista en Irak
y Palestina y a la heroica lucha del pueblo árabe, los antiimperialistas
de izquierdas no se pueden quedar cruzados de brazos, parapetados tras
la misma falacia que utiliza el sistema: son una panda de fanáticos
que mueren por el Islam.
En su respuesta a un discurso de un diputado de la Duma, Lenin criticaba
la forma burguesa de lucha contra la religión, porque, en su
opinión, las raíces de ésta son sociales, y se
encuentran, no en la ignorancia de las masas explotadas, sino en su
aparente impotencia frente a la fuerza del capital. Es cierto que la
base de la resistencia árabe actual se inspira en el Islam pero
también que sus exigencias tienen un claro contenido nacionalista
y antiimperialista. La necesidad de trabajar con esos nacionalistas
musulmanes en favor de un frente antiimperialista amplio para expulsar
a las fuerzas invasoras no puede quedar sin respuesta con la excusa
de la religión.
Gara - 18/08/03
|
|