Principal
España | País Vasco | Internacional
Pensamiento autónomo
Antimúsica
La haine
Buscar
Sección de Alizia Stürtze

Ayuda al desarrollo de los paises ricos
Alizia Stürtze

A primera vista, sorprendió que Japón, primer donante mundial de ayuda al Tercer Mundo ($14.000 millones anuales), fuera acusado por el MRTA, en el comunicado emitido a raíz de la ocupación de la embajada japonesa, de injerencia en la política económica peruana de liberalización agresiva, que sólo ha traído mayor miseria y hambre a la inmensa mayoría del pueblo. Esto que puede parecer contradictorio no lo es a poco que se analice la completa información que sobre ayuda del Primer Mundo publica la revista inglesa The New Internationalist y en el que colaboran miembros de diferentes ONGs.

La parte del león de los $59 billones de Ayuda Oficial al Desarrollo, por ejemplo, no está destinada a combatir la pobreza, la mortalidad infantil, el analfabetismo y la desigualdad, sino a servir los intereses estratégico-económicos de los donantes ricos lo que, en este nuevo orden mundial del que "disfrutamos", significa básicamente dedicar ese "caritativo" dinero a programas de ajuste estructural que favorezcan, en nombre de la eficacia y la competitividad, la privatización de todos los sectores básicos, los recortes en gasto público, el aumento de las exportaciones a precios cada vez menores, la adherencia total a los principios del "libre mercado" para que Occidente pueda invertir a muy bajo costo; es decir, en definitiva, la creación de mayor pobreza.

De este modo, más de la mitad del total se invierte en pago de intereses de la deuda, en compras de bienes y servicios a los países donantes, en pagar estudios de viabilidad para la creación de joint-ventures, en crear condiciones atractivas para los inversores extranjeros. En el caso de Japón, la ayuda responde estrechamente no ya a las necesidades de los destinatarios sino a las demandas de grandes compañías japonesas como la Mitsubishi o la Mitsui, en colaboración estrecha con los burócratas, políticos y burguesía compradora del país receptor, o también a las necesidades generales de la economía japonesa, como demuestra la inversión de ayuda nipona en el desarrollo de la explotación de petróleo, gas y carbón en China e Indonesia destinada, fundamentalmente, a asegurar al Japón el aprovisionamiento estable de los recursos energéticos que tanto necesita.

Para ayudar de verdad, por tanto, no basta con tomar parte en los telemarathones navideños ni con ingresar dinero en una de esas cuentas que publican los periódicos. Hay que saber a quién y cómo se ayuda, teniendo presente también que las ONGs que dependan del dinero del estado pueden ver totalmente afectados sus resultados al verse conducidas a defender no ya los intereses del sur, sino los privados de su país, los del Banco Mundial, la CEE, la OCDE y demás clubs de los ricos del Norte.

Principal | España | País Vasco | Internacional | Pensamiento autónomo | Antimúsica
Alizia Stürtze
| Reconstruyamos la historia |
La prensa al servicio del neoliberalismo
Kolectivo La Haine