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Gracias Madres, eskerrik asko
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x Alizia Stürtze
En este 25 aniversario de aquel día en que, en plena dictadura,
os plantasteis en la Plaza de Mayo para reclamar con dignidad y coraje
el regreso con vida de vuestros hijos secuestrados y desaparecidos, gracias,
Madres, por seguir manteniendo vuestra revolucionaria consigna: «luchar
siempre, ni un paso atrás».
Gracias por construir, frente a la interesada imagen patriarcal de la
madre amable, abnegada y sufriente, una versión combativa, vigorosa,
colectiva y radicalizada de la maternidad, que da vida a la muerte y amenaza
los fundamentos del Estado, no callándose, no llorando, sino transformando
el dolor y el odio en acción política creativa, uniendo
pensamiento y sentimiento, demostrando que la razón no es superior
a la emoción y la rabia, que la vida no tiene sentido sin dignidad
y lucha, y que «para luchar, hay que saber abrazar», y también
atreverse a soñar colectivamente, porque sólo desde la utopía
se puede andar el camino de la revolución.
Gracias por vuestro internacionalismo; por haceros madres palestinas,
vascas, irakíes o afganas; por haceros madres de todos los oprimidos;
por apoyar a la revolución cubana y al pueblo venezolano y por
sostener a la insurgencia colombiana; por denunciar a la intelectualidad
orgánica que legitima esa fórmula de «condenar el
terrorismo» que utiliza el poder para criminalizar cualquier disidencia
y justificar sus matanzas; por comprender que Garzón no merece
el Nobel.
Gracias por enfrentaros a la reaccionaria retórica de las «guerras
humanitarias» y del «doble demonio», que iguala el terror
imperial de EEUU con los «excesos» antiimperialistas; por
demostrar que sólo desde la rebeldía se puede trabajar por
los derechos humanos; por sacar a la luz la violencia inherente al sistema;
por atreveros a hablar de un tema hoy tabú, la violencia, distinguiendo
la violencia revolucionaria del terrorismo sistemático de Estado,
y haciendo vuestros los versos de Benedetti: «si está contra
la violencia/ pero nos apunta bien/ si la violencia va y vuelve/ no se
me queje después».
Gracias por «parir con fuerza y amor» una universidad popular,
tan contraria a la tradicional capitalista, desde la que generar pensamiento
crítico y desde la que, como dice Hebe de Bonafini, «encender
el espíritu revolucionario que se esconde en el corazón
de cada joven» y lograr que cada uno de ellos interiorice que no
hay «terceras vías»: sólo capitalismo o socialismo.
Desde la Euskal Herria en lucha, gracias Madres, eskerrik asko. En mi
nombre y en el de mi amigo Estanis, gudari del 36, revolucionario abertzale
íntegro y padre de luchador refugiado, al que ha muerto sin poder
abrazar físicamente.
GARA
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