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De Lancre, Garzón y el akelarre vasco
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x Alizia Stürtze
Los historiadores orgánicos, que defienden desde su «cientifismo»
que Euskal Herria no tiene historia (luego no existe), harían
bien en repasar la propia historia del Estado español que con
tanto ardor defienden y comprobar la similitud entre ciertos acontecimientos
del pasado y la actualidad. Comprobarían, por ejemplo, que en
el Estado español el funcionamiento democrático ha sido
no la regla sino la excepción, tal y como se está demostrando
una vez más.
Verificarían también la estrecha relación entre
la lectura de la «legalidad» que hace Garzón y la
que hacía De Lancre, ese juez que, en 1609, basándose
en "El Martillo de las Brujas" (las actuales leyes antiterroristas),
asoló Lapurdi torturando y quemando a cientos de brujas (torturando
y encarcelando a cientos de vascos hoy), supuestamente por conformar
una secta (el complejo Kas-Ekin-Zumalabe-Segi... de nuestros días)
que le hacía el trabajo sucio al demonio (ETA), pero, en realidad,
con la idea de destruir, en favor de la homogeneización francesa
(española), un País Vasco que describe como claramente
diferenciado y, por tanto, extremadamente peligroso: «Euskal Herria
es el vivero europeo de brujas» (de terroristas); «no son
ni españoles ni franceses» (ahora tampoco); «hablan
una lengua extraña que no ha podido aprender ni el mismo diablo»
(es obvio que Iturgaiz no lo ha conseguido y Mayor Oreja o Rosa Díez
ni lo han intentado); «aún los más pobres se consideran
nobles señores de su casa (hoy siguen queriendo mandar en su
país); «las mujeres son unas Evas que comen manzanas sin
cesar... para seducir a los hombres» (y parir «etarras-nacionalistas»
y hacer «limpieza étnica»); «se juntan en el
akelarre donde hacen todo tipo de monstruo- sidades» (manis y
concentraciones donde reniegan de la «democracia» y adoran
a ETA).
Con un poquito de honradez intelectual, también descubrirían
los paralelismos entre lo que históricamente se ha dado en llamar
un régimen fascista y el sistema aznarista actual. Y comprenderían
por qué Euskal Herria sigue en lucha. Por cierto que un repasito
de historia tampoco les vendría mal ni al tripartito ni a los
jeltzales. Se darían cuenta de que Euskal Herria sólo
tiene un gran enemigo, los estados español y francés,
y que ese enemigo nunca nos ha regalado nada «democráticamente»:
sólo reconoce la correlación de fuerzas, por lo que, al
colaborar en la aniquilación de la izquierda abertzale, el PNV
está nuevamente vendiendo a su pueblo.
Historiadora
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