Principal
España | País Vasco | Internacional
Pensamiento autónomo
Antimúsica
La haine
Buscar
Sección de Alizia Stürtze

Más que peloteros, furgonas, comisarías y cárceles
Alizia Stürtze

Ultimamente parecemos haber olvidado que la opresión del Estado como abstracción, y la de los estados español y francés en nuestro caso práctico, no se ejerce únicamente ni principalmente a través de la burda represión policial y jurídico-legal. El sistema utiliza otra multitud de mecanismos más sibilinos para irnos metiendo por el carril que le interesa, carril que nos aleja irremisiblemente de nuestra reconstrucción como pueblo y, ¡no digamos de una Euskal Herria independiente y socialista! Todos estos años se están tomando importantes medidas en economía, educación o cultura, que comprometen gravemente nuestro futuro y en las que, sin embargo, nuestra intervención está siendo prácticamente nula.

Estamos asistiendo casi sin parpadear a una privatización de lo público, una destrucción de nuestra cultura y nuestros valores, vía reformas educativas impuestas desde Madrid (Historia de España pura y dura incluída), instauración de una Universidad jerárquica y española (aunque sea en euskara), proyectos como el Guggenheim o, incluso desde nuestras propias filas, defensa del modo capitalista de funcionamiento como único modo de revitalizar la cultura vasca (esa aberración tan de moda en ciertos círculos abertzales de que la única cultura posible es la que es rentable en términos capitalistas ). No hemos abierto cauces (o no los suficientes) para desarrollar un proyecto económico alternativo a la miseria capitalista y a la especulación salvaje, adaptar el concepto trabajo a la nueva coyuntura, ofrecer vías de solución al paro y al empleo precario. En el plano internacional, parece obvio que no hemos valorado suficientemente la necesidad de romper el aislamiento. Incluso de la represión, al centrarla en peloteros y furgonas, comisarías y cárceles, hemos hecho un tosco reduccionismo que lleva al resto de la población a pensar que a ellos no les concierne, cuando en realidad es algo bastante más sutil, amplio y peligroso para "las libertades": el banco de datos de la policía (y de Hacienda, de paso también) ha aumentado preocupantemente en los últimos años gracias a la utilización de la informática, lo que da a los aparatos del Estado un poder inmenso que les permitiría, en caso necesario, llevar a cabo un golpe de estado en pocas horas; y es que de la ficha policial no se libran ni los del lazo azul, pero esto no lo hemos sabido transmitir. Por no hablar de la represión (alienación) ideológica.

La necesidad de abrir nuevos frentes adaptados a la nueva coyuntura y que favorezcan una mayor acumulación de fuerzas parece perentoria. Plataformas de formación, colectivos que impulsen y desarrollen formas de lucha anti-sistema, potenciación de formas económicas y de consumo alternativas (boicot real a las grandes superficies ya que con colocarse detrás de una pancarta de vez en cuando no basta...). La apertura de nuevas líneas de intervención autónomas que complementen y enriquezcan la lucha política y nos ayuden a salir del gueto en que nos están (y nos estamos) metiendo y a abrirnos a otros sectores próximos pero actualmente en dique seco por falta de cauces es algo que debemos emprender ya. El proyecto de reconstrucción no se puede dejar para el día después.

Principal | España | País Vasco | Internacional | Pensamiento autónomo | Antimúsica
Alizia Stürtze
| Reconstruyamos la historia |
La prensa al servicio del neoliberalismo
Kolectivo La Haine