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Plataforma antifascista
Alizia Stürtze, publicado en GARA el 11 de diciembre del 2000
El equipo de Ibarretxe ha decidido dedicar 5.000 millones de nuestro sufrido bolsillo para que «nos conectemos» a esa llamada «revolución de la información» que nos va a hacer libres. Mientras, a mí (a EA al parecer también y a otros muchos más, según recoge "El Mundo" suponemos que de su fuente habitual de Interior), las fuerzas fascistas españolas me obligan a desconectarme, no ya por el escaso eco de su campaña animando al personal a amenazarme vía correo electrónico, a raíz de mi inclusión en una amplia lista aparecida en los portales de "Abc" y de Terra, sino debido a un posterior bombardeo postal salvaje que me bloquea la línea y que, al parecer, es imposible que provenga de un ordenador casero. Aunque desde ese periódico se empeñen en otorgar la autoría de este mail bombing fascista a «hackers» individuales, son diáfanos los motivos, objetivos, medios y la proveniencia de la «cruzada antiabertzale» en cuestión.
El problema, por tanto, no se reduce a mí, ni a EA, ni a "Ardi Beltza", ni a AEK, ni a las ikastolas, ni a editoriales como Gaiak o Erein, difamadas ya por segunda vez por los delegados de Madrid y por su prensa. El problema es que el Estado está llevando a cabo, desde absolutamente todos los flancos un aunque burdo bien planificado ataque global contra Euskal Herria, repleto de connotaciones fascistas, al que nosotros ni estamos en mi opinión haciendo frente de un modo sinérgico, ni estamos aprovechando políticamente para seguir avanzando. No sé si por necesidad de articular una respuesta rápida, por despiste, por intereses partidistas o espúreos, por temor (hay quien prefiere callar) o por una mezcla de todo, pero cada uno está haciendo la batalla por su cuenta, cuando lo que la fascistización de la situación requiere es un posicionamiento conjunto y claro de los diferentes sectores implicados y una respuesta que tenga eco internacional y que implique al conjunto de la comunidad nacionalista, a las personas de izquierdas y/o auténticamente demócratas de aquí y del Estado, intelectuales y gentes de universidad incluidos.
Las respuestas parciales son necesarias pero sin olvidar que sólo comprendiendo la agresión en su globalidad y aprovechándola para avanzar conseguiremos detener el asalto fascista y, transformando nuestras cañas en lanzas, como decía Mao, avanzar un paso más en defensa de Euskal Herria y de los pueblos y trabajadores oprimidos del mundo.
Como dice esa canción de Reincidentes, ante la agresión fascista, ni un paso atrás. ¿Por qué no creamos una plataforma que denuncie puntualmente todas las agresiones de estos franquistas reciclados a «demócratas» que hasta se niegan a condenar el golpe militar asesino del 36?
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Kolectivo
La Haine
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