Alemania y la UE han recibido una declaración de guerra
El sabotaje de los oleoductos Nord Stream 1 (NS1) y Nord Stream 2 (NS2)en el Mar Báltico ha llevado ominosamente al ‘Capitalismo del Desastre’ a un nivel completamente tóxico.
Este episodio de Guerra Híbrida en la forma de un ataque terrorista contra la infraestructura energética, señala el colapso absoluto del derecho internacional, ahogado por el llamado “orden basado en reglas” o, lo que es lo mismo, “hacemos las cosas a nuestra manera”.
El ataque a ambos oleoductos consistió en múltiples cargas explosivas detonadas en ramales separados cerca de la isla danesa de Bornholm, en aguas internacionales.
Fue una operación sofisticada, llevada a cabo sigilosamente en las aguas poco profundas del estrecho danés. En principio, este dato descarta el uso de submarinos (los barcos que ingresan al Báltico están limitados a un calado de 15 metros). En cuanto a los posibles barcos supuestamente "invisibles", estos solo pueden circular con el permiso de Copenhague, ya que las aguas alrededor de Bornholm están repletas de sensores, una medida tomada hace mucho tiempo, ante el temor a los submarinos rusos.
Los sismólogos suecos registraron dos explosiones submarinas el lunes, una de ellas estimada en 100 kg de TNT. Sin embargo, es posible que se hayan utilizado hasta 700 kg para volar tres nodos de tuberías separadas. Tal cantidad no podría haber sido facilitada en un solo viaje por los drones submarinos de las naciones vecinas.
La presión que necesitan estos oleoductos cayó exponencialmente. Las tuberías ahora están llenas de agua de mar. Las tuberías de NS1 y NS2 se pueden reparar, por supuesto, pero sólo antes de la llegada el Invierno. La pregunta es: ¿Gazprom, que está dirigiendo su producción a los clientes de Eurasia, se molestaría en repararlos? Especialmente ahora que los buques de Gazprom podrían estar expuestos a un posible ataque naval de la OTAN en el Báltico.
Los funcionarios alemanes ya están lamentando que NS1 y NS2 pueden quedar fuera de servicio "para siempre". La economía de la UE y los ciudadanos de la UE necesitaban con urgencia ese suministro de gas.
Sin embargo, la Eurocracia en Bruselas, que gobierna sobre los estados-nación, ha manifestado querer eliminar totalmente el suministro gas desde Rusia. Ante esta situación más de algún ciudadano europeo puede pensar que esta Euro-oligarquía debería ser juzgada algún día por traición.
Tal como están las cosas, la irreversibilidad estratégica es evidente; la población de varios países europeos pagará un precio tremendo y sufrirán graves consecuencias derivadas de este ataque, a corto, medio y largo plazo.
¿Cui bono?
La primera ministra sueca, Magdalena Andersson, admitió que fue “un sabotaje”. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, explicó: “no fue un accidente”. Berlín está de acuerdo con los escandinavos.
En agudo contraste, el ex ministro de Defensa polaco (2005-2007) Radek Sikorski, un rusófobo casado con la “analista” estadounidense Anne Applebaum, alegremente tuiteó “Gracias, EEUU”.
La trama se vuelve más descifrable cuando sabemos que simultáneamente al sabotaje se abrió parcialmente el “Baltic Pipe” desde Noruega a Polonia, un “nuevo corredor de suministro de gas” que da servicio a “los mercados danés y polaco”: en realidad es un ducto pequeño, considerando que ambos países siguen teniendo problemas para obtener gas, y ahora lo obtendrán a costos mucho más altos.
NS2 ya había sido atacado durante su construcción. En febrero, los barcos polacos intentaron evitar que el buque, que colocaba las tuberías, terminara el gasoducto NS2. Las conductos se estaban colocando al sur de Bornholm.
Mientras tanto, la OTAN ha estado muy activa en la construcción de drones submarinos y los estadounidenses exigieron acceso a los drones submarinos de Noruega. Buzos profesionales podrían haber sido empleados en el sabotaje, incluso cuando las corrientes de marea alrededor de Bornholm son un asunto serio.
Una visión panorámica desvela que el Occidente colectivo está en pánico. Sus "élites" atlantistas están dispuestas a recurrir a cualquier arma (mentiras escandalosas, asesinatos, terrorismo, sabotaje, guerra financiera, apoyo a los neonazis) para evadir su descenso a un abismo geopolítico y geoeconómico.
La desactivación del sistema NS1 y NS2 constituye el cierre definitivo de cualquier posibilidad de un acuerdo entre Alemania y Rusia sobre el suministro de gas, con un beneficio adicional: relega definitivamente a Alemania al estatus de vasallo de EEUU.
Esta nueva situación nos lleva a una pregunta clave ¿qué servicio de inteligencia occidental diseñó el sabotaje? Los principales candidatos son, por supuesto, la CIA y el MI6, con Polonia como chivo expiatorio y Dinamarca jugando un papel muy dudoso (es imposible que Copenhague no haya sido al menos "informada" sobre el sabotaje).
Previsores como siempre, ya en abril de 2021, los diplomáticos rusos se hacían preguntas sobre la seguridad del sistema Nord Stream .
El tema es muy delicado. Podemos estar ante el caso que un miembro de la UE/OTAN este implicado en un acto de sabotaje contra la economía número uno de Europa; la economía alemana. Eso es un casus belli. Más allá de la espantosa mediocridad y cobardía de la administración actual en Berlín, está claro que el BND (inteligencia alemana), así como la Marina alemana y los industriales informados, tarde o temprano conocerán la verdad, si no la conocen ya.
Estamos muy lejos de haberse perpetrado un ataque aislado. El 22 de septiembre, saboteadores de Kiev atentaron contra el Turkish Stream. El día anterior, se encontraron en Crimea drones navales ingleses, sospechosos de ser parte del complot. Helicópteros norteamericanos han sobrevolando durante semanas los nodos del NS1 Y NS2 que explotaron; un barco de "investigación" del Reino Unido ha merodeando las aguas danesas desde mediados de septiembre; y la OTAN ha tuiteado con orgullo que cuenta “con nuevos sistemas no tripulados en el mar”.
Es Europa la que pierde con el sabotaje
El Ministro de Defensa danés se reunió este miércoles de urgencia con el Secretario General de la OTAN. Después de todo, las explosiones ocurrieron muy cerca de la zona económica exclusiva (ZEE) de Dinamarca. Exactamente el mismo día, la Comisión Europea (CE), la oficina política de facto de la OTAN, adelantó su irracional obsesión: más sanciones contra Rusia, incluido “un tope” a los precios del petróleo.
Mientras tanto, los gigantes energéticos de la UE se ven obligados a perder con el sabotaje. La lista incluye a las alemanas Wintershall Dea AG y PEG/ E.ON; la neerlandesa NV Nederlandse Gasunie; y la francesa ENGIE. Luego, están los que financiaron NS2: Wintershall Dea y Uniper, el OMV austriaco, y la British-Dutch Shell. La Wintershall Dea y ENGIE son copropietarios y acreedores. Hoy sus furiosos accionistas exigen respuestas serias de una investigación seria.
El tema se pone aún peor: ya no hay restricciones en el terrorismo contra los gasoductos. Rusia está en alerta roja no sólo por el Turk Stream sino también por Power of Siberia. Lo mismo harán los chinos y su laberinto de oleoductos que llegan por Xinjiang.
Cualquiera que sea el responsable directo, esta es una venganza, por adelantado, por la inevitable derrota colectiva de Occidente en Ucrania. Y una cruda advertencia al Sur Global de lo que EEUU está dispuesto a volver hacer. Sin embargo, la acción siempre genera una reacción: a partir de ahora, también podría sucederle “cosas divertidas” a los oleoductos de EEUU y el Reino Unido en aguas internacionales.
La oligarquía de la UE está en un proceso de desintegración a la velocidad del rayo. Su ventana de oportunidad para intentar un rol como actor geopolítico autónomo está ahora cerrado.
Los Eurócratas se enfrentan a un grave conflicto. Una vez que esté claro quiénes son los perpetradores del sabotaje en el Báltico y que comprendan todas las consecuencias socioeconómicas, el “kabuki” tendrá que parar. Que “Rusia haya hecho estallar su propio oleoducto” es imposible de creer. Hay una verdad incuestionable: Gazprom puede cerrar fácilmente las válvulas para impedir que llegue el gas ruso a Europa.
El asunto se pone cada vez más serio: Gazprom amenaza con demandar a la empresa energética ucraniana Naftogaz por facturas impagas. Eso conduciría al final del tránsito de gas ruso por Ucrania hacia la UE.
Como si todo esto no fuera lo suficientemente malo, Alemania está obligada, por contrato, a comprar al menos 40 mil millones de metros cúbicos de gas ruso al año hasta 2030.
Si no lo hacen, Gazprom tiene derecho legal a que le paguen incluso sin enviar gas. Esta es “la letra” del contrato a largo plazo. Y ya está sucediendo: debido a las sanciones, Berlín no tiene el gas que necesita, pero así y todo debe pagar.
Todos los demonios están aquí
Ahora está dolorosamente claro que el Imperio anglosajón se ha quitado los guantes. Ha prohibido la independencia energética de la Unión Europea. La cooperación con China también será impedida. Cualquier relación comercial independiente con Asia: “verboten”.
El siguiente paso es subyugar económicamente a los europeos: una remezcla de mal gusto de 1945-1955. Con un perverso giro neoliberal: seremos dueños de su capacidad industrial y ustedes no podrán hacer nada.
El sabotaje del sistema NS1 y NS2 es parte del “sueño húmedo” imperial que desea romper la masa terrestre de Eurasia en mil pedazos para evitar una consolidación de un corredor económico trans-eurasiático entre Alemania (que representa a la UE), Rusia y China: son 50 billones de dólares en PIB, según la paridad del poder adquisitivo en comparación con los 20 billones de dólares estadounidenses.
Debemos volver a Mackinder: para su “geopolítica“, el control de Eurasia constituye el control del mundo. Las élites estadounidenses y sus caballos de Troya en Europa harán lo que sea necesario para no ceder el control de esos territorios.
En este contexto las élites estadounidenses abarcan la "comunidad de inteligencia straussiana” (infestada de neoconservadores, https://lahaine.org/lW4) y las grandes empresas energéticas, farmacéuticas y financieras que les pagan y que se benefician no solo de las guerras eternas del Estado Profundo, también quieren el Gran Reinicio (https://lahaine.org/dD9e) inventado por gerifaltes de Davos.
Los 'Raging Twenties' (furiosos años veinte, pero de este siglo) comenzaron con el asesinato del general iraní Soleimani. Volar tuberías es parte de esta secuela. Habrá una carretera al infierno hasta el 2030. Sin embargo, tomando prestado de Shakespeare, el infierno está definitivamente vacío, y todos los demonios (atlantistas) están aquí.
thecradle.co / observatoriocrisis.com